Entretejido coreográfico para danza, escritura y conocimiento

Séptima publicación de la colección Cuadernos Cátedras de la Unidad Académica de Cultura UNAM

En la Cátedra Extraordinaria Gloria Contreras ven la danza como una fuente de conocimiento. De ahí surge Los trazos de la danza: escrituras y corporeidades, séptima publicación de la colección Cuadernos Cátedras de la Unidad Académica de Cultura UNAM.

El material presentado recientemente expone “una serie de reflexiones en torno a los vínculos dialógicos entre el fenómeno de la danza, la escritura y la corporeidad como experiencia viva”.

La obra está dedicada “a la poiesis de los cuerpos, de los sentidos que los abrazan, de las letras que la mano crea para danzar entre garabatos, líneas, curvas, palabras, metáforas o utopías”, menciona en la introducción de la misma Raissa Pomposo, titular de la Cátedra Gloria Contreras en Danza y sus Vínculos Interdisciplinarios.

Durante la presentación en línea, explicó que la idea eje de este ejemplar digitalizado es “moverse con el texto, danzar con lo que se entreteje en él y darle cuerpo al libro mismo, como un cuerpo totalmente transformable, tal y como la palabra también juega en el espacio-tiempo a través de nuestros sonidos y movimientos”.

Acompañada del editor de la obra, Carlos Antonio de la Sierra, los autores de los tres textos que se incluyen, Adriana Dowling, Carol Cervantes y Alberto Montes Zárate, y la ilustradora de la publicación, Vanessa Ortega Nazir, Raissa Pomposo resaltó los vínculos del fenómeno dancístico con otros saberes y con la escritura para ser fuente de conocimiento. “Nuestro propósito es propiciar el diálogo constante entre la danza y el impulso erótico de la existencia… Este cuaderno es un llamamiento a no hacer una separación dualista, que ha visto la investigación y la creación dancística como si pertenecieran a esferas distintas, cuando en realidad el pensamiento también está encarnado y se mueve corporalmente”.

Y añadió: “La danza lee en las corporeidades texturas, símbolos y sentidos desde un proceso hermenéutico y epistemológico… Hicimos un entretejido coreográfico de los textos para que también el lector pueda moverse mientras los lee, de tal modo que se sumerja en esa espiral. Son textos en los que se fusiona la poesía, la investigación, la filosofía y la crítica. En cada página prevalece un juego constante”.

De la Sierra expuso que para llegar a la publicación se requirió de una labor conjunta de casi un año, y que este séptimo cuaderno de la colección resume claramente lo que significa la Cátedra Gloria Contreras, es decir, un trabajo transversal en términos disciplinarios. “Significa escribir con el cuerpo y corporeizar con la palabra… Al igual que con las seis anteriores obras, se busca construir puentes cognitivos que nos trasladen a otro tipo de percepciones y de propuestas artísticas e intelectuales”.

Los autores

Adriana Dowling, autora de La escritura en danza como expresión y reflexión de la corporeidad, sostuvo que es fundamental no desligar escritura y danza. Dijo que la primera, además de ser huella de procesos cognitivos, “es un espacio coreográfico en el que se plasma el saber del cuerpo danzante y donde se configura un mundo de sentido sobre el quehacer artístico en general. En mi texto exploro los saberes del cuerpo que han quedado relegados a un segundo plano y, con ello, una serie de conocimientos ancestrales. Percibo que a la palabra y a la escritura se les ha robado su carácter corpóreo… Es una sugerencia para escribir no sólo sobre danza, sino desde y a través de ella”, refirió la también productora de la Cátedra Gloria Contreras.

Por su parte, la joven poeta Carol Cervantes, autora del texto La danza de la escritura, incita a pensar lo escrito como movimiento y metáfora de la danza. Desde su perspectiva “la hoja en blanco es como una pista de baile y la escritura una experiencia en movimiento, pues no sería posible si no se movieran tantas cosas por dentro. Me encanta pensar que las palabras bailan cuando están puestas en el cuaderno y en el papel”. Cervantes siente y se convence que la palabra nace del cuerpo, así como la belleza radica en unificar y en no separar.

Alberto Montes, historiador en danza folclórica mexicana y autor del texto No escribo porque mi letra es fea, apuntó en su intervención que todo encuentro de oralidades es también cuerpo. Cuestionó los lugares desde los cuales se escribe la danza y exhortó a pensarla como un ejercicio de la palabra y al acto de escribir como un ejercicio del cuerpo.

Los Cuadernos Cátedras son ediciones gratuitas de la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial. Los trazos de la danza: escrituras y corporeidades ya está disponible en formato PDF para descargarlo, imprimirlo y encuadernarlo junto con los seis primeros números dedicados a otros temas de arte y cultura en la página www.cuadernoscatedras.unam.mx.

Ilustración de Vanessa Ortega.
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