Escudo y lema, un siglo de identidad

Son también símbolos de libertad, autonomía, orgullo, sentido de pertenencia y arraigo

Un siglo identitario. En cada documento, en cada título, en exámenes, batas, atavíos, edificios, en libros, imágenes, en la proa de sus barcos, en lo microscópico y en el espacio: el escudo y lema de la UNAM permanecen en el pensamiento y el espíritu del orbe desde la primavera del siglo XX.

Se trata de una frase de la cuña ideológica del entonces rector y filósofo José Vasconcelos Calderón, de ocho consonantes y todas las vocales en el corazón de un escudo sincrético del águila mexicana y el cóndor andino: “Por mi raza hablará el espíritu”.

Así, la Universidad Nacional Autónoma de México celebra los cien años de su escudo y lema, creados el 27 de abril de 1921, símbolos de libertad, identidad, autonomía, orgullo, sentido de pertenencia y arraigo.

Fernando Vizcaíno Guerra, especialista del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), comenta la importancia del concepto raza y la idea de la “raza cósmica” en el lema de esta casa de estudios:

“No hay duda de que Vasconcelos concibe la historia de occidente entre el mundo hispánico y el mundo anglosajón, porque no hay que olvidar el contexto histórico en que se crea nuestro lema; hablamos de los años 20, cuando en Europa, y en buena medida en Norteamérica, existía la idea de una superioridad racial, la de los blancos o arios, particularmente.”

Vasconcelos se opone a esa visión por medio de “la raza cósmica”, la cual reúne las cuatro principales: afros, blancos, asiáticos y amerindios, apunta Vizcaíno Guerra.

“Entonces la raza cósmica no es otra que nosotros los mestizos que, a diferencia de la supuesta raza pura, es una mezcla que por su diversidad constituye la fuente de la fortaleza.”

De ahí que, según el investigador del IIS, también el escudo de la UNAM alude a la relevancia de la unidad iberoamericana para defender su especificidad cultural, su autonomía política, jurídica y territorial frente al mundo anglosajón.

Retablo del Paraninfo en el Palacio de la Autonomía.

Antecedentes

Para Sabino Ignacio Gaínza Kawano, académico de la Facultad de Artes y Diseño, el de la Universidad Nacional no es un logotipo sino un escudo con antecedentes europeos y prehispánicos, por el ave bicéfala y la forma.

La expresión visual del águila y el cóndor, así como de las alas y las patas, es prehispánica. La banda superior y probablemente el estilo del escudo, se vio influenciado por el Método de dibujo popular mexicano, de Adolfo Best Maugard.

El que actualmente se presenta de manera oficial, refiere, es un híbrido de dos versiones gráficas que ya se habían utilizado. “Una es un escudo con relleno negro de las alas, patas, plumas y cabezas del cóndor y del águila; y el otro es con las plumas, alas, patas y cabezas del cóndor y águila en outline (contorno)”.

Cuando el rey Carlos V aceptó en 1551 la propuesta de fray Juan de Zumárraga, primer obispo de México, para crear la primera universidad de México concedió, como parte de los favores, el derecho de usar las armas reales en el escudo.

Fue elaborado a finales de 1570; de ahí surgieron dos variantes relacionadas con el otorgamiento de la sanción pontificia a la Universidad, por el papa Clemente VIII en 1595.

El cuarto se realizó en 1821 cuando la institución en el México independentista se denominó Nacional y Pontificia Universidad de México.

Al año siguiente, con Agustín de Iturbide como emperador, la Universidad se convirtió en Imperial y Pontificia Universidad de México, y se diseñó un quinto modelo. Sin embargo, tras la caída de Iturbide, y en un lapso breve, se regresó a la denominación e identidad de Nacional y Pontificia.

El sexto fue creado por órdenes de Gabino Barreda para la Escuela Nacional Preparatoria. El séptimo y penúltimo, que se documenta y valida como parte de la historia, data de la época de Justo Sierra y Ezequiel A. Chávez, en 1910.

Cuando se presentó el actual, José Vasconcelos dijo: “El escudo de la Universidad Nacional consistirá en un mapa de la América Latina, con la leyenda ‘Por mi raza hablará el espíritu’”.

A continuación, el texto original del Boletín de la Universidad sobre el nuevo escudo y el lema:

“El Consejo de Educación en sesión del 27 de abril 1921, aprobó el cambio de Escudo de la Universidad, en los siguientes términos: Considerando que a la Universidad Nacional corresponde definir los caracteres de la cultura mexicana, y teniendo en cuenta que en los tiempos presentes se opera un proceso que tiende a modificar el sistema de organización de los pueblos, substituyendo las antiguas nacionalidades, que son hijas de la guerra y la política, con las federaciones constituidas a base de sangre e idioma comunes, lo cual va de acuerdo con las necesidades del espíritu, cuyo predominio es cada día mayor en la vida humana, y a fin de que los mexicanos tengan presente la necesidad de fundir su propia patria con la gran patria Hispano-Americana que representará una nueva expresión de los destinos humanos; se resuelve que el Escudo de la Universidad Nacional consistirá en un mapa de la América Latina con la leyenda “POR MI RAZA HABLARÁ EL ESPÍRITU”; se significa en este lema la convicción de que la raza nuestra elaborará una cultura de tendencias nuevas, de esencia espiritual y libérrima. Sostendrán el escudo un águila y un cóndor apoyado todo en una alegoría de los volcanes y el nopal azteca.

Boletín de la Universidad</em>, IV Época, tomo II, Núm. 5, julio 1921

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