“Estaba comprometido con la arquitectura constitucional y el equilibrio de poderes”

Así lo consideró el exrector José Narro Robles

Foto: Víctor Hugo Sánchez.

Son tiempos muy complejos para la democracia, para el control del poder, para la garantía de los derechos humanos y para la institucionalidad electoral, tópicos a los que Jorge Carpizo MacGregor tanto contribuyó desde el plano de la academia, aseguró en la UNAM Lorenzo Córdova Vianello, presidente del Instituto Nacional Electoral (INE).

El también investigador con licencia del Instituto de Investigaciones Jurídicas pidió no permitir que regrese el tiempo que retrató Jorge Carpizo en su libro El presidencialismo mexicano (1978).

“Son tiempos recios y complejos, de resistir con templanza y prudencia. No es fácil aguantar, aguantar y aguantar, sin duda y me consta, pero esa tarea es más llevadera cuando se tienen en mente las enseñanzas de Jorge Carpizo.”

Al participar en la mesa 3, El Estado, la institucionalidad democrática y Jorge Carpizo, del Foro Diez Años sin Jorge Carpizo. Reflexiones sobre su obra, Córdova Vianello mencionó que el jurista evocado buscó en ese libro retratar “un régimen político caracterizado por la presencia de un ejercicio concentrado en el poder político en manos del Poder Ejecutivo, el gran decisor, con esas facultades que él llamaba metaconstitucionales. Vale la pena releerlo en los tiempos que hoy transcurren”, dijo.

Voces

El exrector de la UNAM, José Narro Robles, aseguró que Carpizo MacGregor no estaba subyugado por el poder, pero sí estaba interesado en el estudio del mismo; se encontraba comprometido con la búsqueda de la arquitectura constitucional, que permitiera el equilibrio de los poderes.

“No queremos ser un país de derechos aspiracionales, queremos que los derechos ya establecidos se cumplan. A México le hace falta reconciliación, unidad, y convicción para avanzar en la ruta de lo que necesitamos.”

Juan Luis González Alcántara Carrancá, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, manifestó que la Constitución, como Jorge Carpizo refrendó, es la mejor fortaleza para la justicia social.

En su momento, Carpizo MacGregor respondió a quienes aseguraban que se requería una nueva Carta Magna, analizó las tesis a favor y en contra, y arguyó diversas y sustentadas razones, como la de que el diseño institucional de nuestra ley es adecuado porque está basado en el respeto a los derechos humanos, la separación de poderes y los controles mutuos entre éstos.

Clara Jusidman Rapoport, economista por la UNAM, integrante emérita del Seminario de Cultura Mexicana, aseguró que nuestro país poco ha valorado el papel que tuvo Carpizo en la transición hacia la democracia, con decencia, ética y alto sentido de la responsabilidad por el bien público.

“También con enorme discreción, no fue un hombre que buscó el poder, fue un hombre al servicio de la nación, que perdimos demasiado pronto. Creo que tenía mucho más que aportar. En un país donde la justicia social pudiera hacerse efectiva, le sigue haciendo falta a México.”

Mauricio Merino Huerta, exconsejero electoral del IFE (1996-2003), y académico de El Colegio de México, resaltó el perfil cálido y afectuoso del jurista universitario, “con ese caudal de afecto que siempre prodigaba, pero llegar a casa pensando que era mi amigo, era una arrogancia”.

Alguna vez pidió su consejo. “Oiga, doctor, quieren despedir a todos los del IFE, ¿cómo se combate a la fiera de las desconfianzas, que usted así llama?” Y le respondió: “El problema no es a quién despide, sino a quién nombra”. Hoy puedo decirles, continuó Merino, “que aquel consejo me sirvió para entender a fondo no atender peticiones políticas para despedir a alguien, sino, ante todo, hacer valer los derechos”.

El jurista José Luis Stein Velasco evocó el pensamiento de Jorge Carpizo. Hizo énfasis sobre los conceptos de democracia y Estado de derecho, que se encuentran estrechamente ligados. “Él escribió sobre muchos temas: la Constitución, el poder presidencial, el ejercicio del poder, la procuración de justicia, la libertad de expresión, pero sin duda se observa que, en todos ellos, hay una causa-efecto. Su visión marca un derrotero a seguir, por lo que propongo se construya un libro Democracia y Jorge Carpizo, para que se retomen sus ideas, en dicho tópico”, concluyó.

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