En Suiza, ópera prima de la ENAC

Estreno exitoso de La paloma y el lobo

Seleccionada en la categoría cineastas del presente, en la edición 2019 del Festival de Locarno

Foto: Francisco Parra.

Con ovación, vítores y sala concurrida, la decimotercera ópera prima de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC) se convirtió en la primera en ser estrenada en otro país y en un festival internacional. Se trata de La paloma y el lobo, selección oficial en la categoría cineastas del presente, en el Festival de Locarno, Suiza.

El filme fue desarrollado como parte del Programa de Óperas Primas para Egresados de la ENAC, y el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (Foprocine), del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine).

Una verdadera historia onírica es el largometraje de manufactura universitaria, dirigido por Carlos Lenin Treviño Rodríguez, fotografiado por Diego Tenorio y producido por Miguel Ángel Sánchez, egresados de esa Escuela.

La película de 103 minutos, grabada en el estado de Nuevo León, narra la historia de Carlos El lobo, y Paloma, quienes en un barrio popular rodeado por industrias abandonadas, han olvidado cómo quererse. Entre la nostalgia y la melancolía por las promesas de un futuro que quizá no les pertenece, lucharán por recuperar el amor que se ha diluido.

Carlos Lenin Treviño, director

“El primer largometraje de Carlos Lenin no debe distraer el hecho de que es, ante todo, una historia sobre el amor. Agitada, oscura y amarga, glacial en tono y ritmo, ardiendo con un fuego interno y envuelta en una dulzura que la oscuridad, la violencia y el miedo amenazan y miran al mismo tiempo con envidia”, así la presentó Antoine Thirion, crítico de cine francés de la revista Cahiers du cinema, y programador del mencionado festival.

En videoconferencia desde Locarno, Carlos Lenin Treviño expuso que fue una bella experiencia mirar la cinta que “entre todos fabricamos. Verla, escucharla y sentir las reacciones del público… siempre estaré agradecido con mis compañeros, con la Escuela, con la UNAM, por tener esta posibilidad para que todos podamos estudiar cine.

“Fue válido y emotivo ver el escudo de mi universidad ahí”, terció Miguel Ángel Sánchez. Fue muy bello darme cuenta que los esfuerzos de años, de compañeras y compañeros, lograron concretarse en un producto valioso, de mucha verdad y compromiso. En este momento inicia una nueva etapa de la película, que es la búsqueda de su público, de más ojos.”

En el enlace desde Suiza también estuvo la actriz protagónica, Paloma Petra, quien destacó la reacción intensamente positiva del público en la sala del estreno.

Por separado, desde Colombia, Armando Hernández, quien da vida al personaje de El lobo, se refirió a la sinergia lograda con el equipo universitario y membretó su júbilo con el grito: ¡Viva México!

Proyección

Horas después del estreno, en Ciudad de México se organizó una proyección en los estudios Churubusco, donde Manuel López Monroy, director de la ENAC, resaltó el hecho. “Es la primera vez que se estrena en otro país una ópera prima universitaria, y en este caso además lograda desde un punto de vista formal y conceptual. Tuvo la suerte y el reconocimiento de haber sido aceptada en Locarno, muy importante desde el punto de vista cultural. Digamos que en el ámbito mundial es uno de los principales festivales de cine de autor, y haber sido seleccionada es un reconocimiento importante”.

Al final de la próxima semana sabremos si tendrá una distinción adicional, cuando termine el festival, pero su presentación y excelente recepción es ya algo trascendente para la UNAM, dijo.

En la proyección del filme estuvo también parte del equipo de realización, todos de hechura puma: Alicia Segovia, edición; Elva Yanuaria Algravez, directora de arte; Verónica López, posproducción; Alejandro Ramírez, diseño sonoro; y David Muñoz, sonido directo.

María Novaro, directora del Imcine, comentó que La paloma y el lobo le llegó al alma. “Es un México que uno ve y ve y no quiere ver; los protagonistas hacen unos personajes entrañables, completos.

“Carlos Lenin, qué cosa más hermosa, más dura, más poderosa; están contando un México que hay que contar, es la experiencia de cine mexicano más fuerte que he vivido desde Tempestad y Japón. La fotografía, el diseño sonoro… ya llegaron, lo hicieron muy bien: belleza con crudeza, horror con amor, qué mezcla más poderosa”, concluyó.

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