Investigadores del Laboratorio de Genómica Clínica del posgrado de la Facultad de Odontología de la UNAM efectúan un estudio piloto del genoma de 50 niños con cáncer y el de sus padres, para identificar si hay alguna alteración genética heredada que ayude a detectar este mal, primera causa de muerte por enfermedad en los infantes en México.
Éste lo realizan en colaboración con la institución de asistencia privada (IAP) Aquí nadie se rinde, que ayuda anualmente entre 800 y mil familias de niños con cáncer de los distintos estados de la República Mexicana. También apoya proyectos de investigación, así como la capacitación de médicos y enfermeras sobre este mal.
“Cuando te dicen que tu hijo tiene cáncer, las preguntas que todos hacemos son: ¿Por qué se enfermó? ¿Qué pude haber hecho para evitarlo? Y que la respuesta sea: ‘No sabemos’, es durísimo”, expresó Laura Vidales, directora y fundadora de la IAP.
Gabriela Mercado Celis, quien dirige el estudio, explicó que a las familias que aceptan participar se les realiza un familiograma (para valorar su dinámica, composición, estructura, y ciclo evolutivo). Además, deben responder cuestionarios elaborados por el grupo de especialistas encabezado por Aída Borges Yáñez, del departamento de Salud Pública de la Facultad de Odontología con el propósito de identificar factores de riesgo ambientales para desarrollar cáncer.
La valoración genética, prosiguió, se hace a partir de muestras de saliva del papá, la mamá y el niño con cáncer, que son examinadas en el Laboratorio de Genómica Clínica, donde se purifica el ADN y posteriormente se somete a un proceso de secuenciación y análisis bioinformático, en el que colabora también Jorge Melendez Zajgla, del Instituto Nacional de Medicina Genómica.
“Se trata de identificar factores de riesgo ambientales y/o mutaciones o alteraciones genéticas, mediante el análisis de tríos (mamá, papá y paciente) como posibles causantes en el desarrollo de cáncer pediátrico”, comentó Óscar Alonso Luna, estudiante de posgrado que participa en la investigación.
Sin medidas de prevención
El 15 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil y tiene como objetivo sensibilizar sobre los desafíos que enfrentan los niños, los adolescentes y sus familias. Asimismo, se busca que los infantes tengan acceso a un diagnóstico y tratamientos adecuados. Se estima que 52 por ciento de los casos en México son leucemias, seguidas de linfomas (10 por ciento) y tumores del sistema nervioso central (10 por ciento).
Mercado Celis expuso que a pesar de que el cáncer infantil representa uno por ciento de todos los casos de cáncer es un problema de la infancia, pues se estima que en el país se registran dos mil 300 muertes por esta causa, al año.
“El cáncer pediátrico tiene una diferencia importantísima con el de adultos y es que no tenemos ninguna medida de prevención ni de diagnóstico temprano”, dijo. La investigadora aseguró que si se detectan variantes genéticas asociadas, podrían establecerse medidas de diagnóstico temprano y, en su caso, dar consejo genético a las familias.
Actualmente, expresó, se considera que a diferencia del cáncer de adultos, en el que menos de cinco por ciento se asocia a síndromes hereditarios, en pacientes pediátricos esta cifra podría ser entre 10 y 30 por ciento, aún sin antecedentes de cáncer en la familia. “Creemos que en la mayoría de los casos no hay antecedentes. Hay riesgos, pero no han sido identificados”, concluyó.