Estudiar Historia, fundamental para darnos identidad

El conocimiento de la historia es fundamental para tener conciencia del territorio donde se vive, no sólo desde un punto de vista nacionalista, sino también porque la memoria del pasado es fundamental para darnos identidad, sostuvo Antonio Benigno Rubial García, profesor emérito del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM.

“La historia sirve también para conocer el pasado y comprender el presente. Toda persona medianamente preparada necesita tener esta herramienta, que es una manera de conocer su mundo y de saber cómo éste se ha desarrollado a lo largo de los siglos”, afirmó.

A propósito del Día del Historiador, que se celebró en México el 12 de septiembre, el académico galardonado por el gobierno federal con el Premio Nacional de Artes y Literatura 2022 en Historia, Ciencias Sociales y Filosofía destacó que el tener conciencia sobre la historia nos hace seres críticos y ciudadanos difícilmente manipulables.

“El gran peligro en el mundo actual, en México y otros países, es que los dirigentes prefieren a gente que no piense, que obedezca y no actúe, critique o cuestione”, destacó.

El especialista opinó que, en general, en la escuela nos enseñan una visión deformada de la historia, la cual está cargada de datos, nombres y fechas, donde los personajes históricos se muestran como buenos y malos, héroes o villanos. “Pero la historia es más que eso: nos da identidad y fomenta la conciencia crítica”.

Rubial García consideró que la historia se puede ver desde dos puntos de vista: uno muy popular es como entretenimiento, a través de productos de los medios masivos de comunicación como series históricas y documentales que son inocuos, con datos, fechas, nombres y anécdotas que no llevan a ningún lado.

El otro es como un entendimiento del presente a través del pasado, mediante la construcción de una conciencia crítica que permita enfrentar los retos del mundo actual y buscar soluciones, aunque no estén de acuerdo con el grupo en el poder.

“La conciencia crítica que genera la historia y en general las humanidades pueden considerarse un peligro para los sistemas gobernantes, pues cuestionan las disposiciones”, consideró.

Destacó que la historia comparada nos explica los peligros que existen ante ciertos procesos o regímenes que ya se vivieron en el pasado, y permite tener un equilibrio entre la necesaria historia nacionalista, que nos da identidad como país, y la mirada y análisis hacia la historia de otras sociedades, culturas y naciones que nos permiten tener una conexión con la realidad propia y la de los demás.

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