¡Peligro! Especies invasoras acechan ecosistemas

Una académica mexicana, Morelia Camacho Cervantes, colabora en el tercer capítulo de seis que conforman el documento Invasive alien species assessment, en el que participan más de 80 expertos de distintos países con el fin de que los tomadores de decisiones sepan dónde centrar sus esfuerzos en cuanto al manejo de especies invasoras.

La investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) explicó que las especies invasoras se adaptan a diferentes condiciones del nuevo lugar, como a la temperatura, pero si una de las poblaciones crece más que una nativa, la competencia por la supervivencia se vuelve más difícil para esta última.

¿Cuáles son?

Las invasoras son aquellas que están establecidas fuera de su rango de distribución primario, pueden reproducirse fácilmente en otro sitio, además de que interactúan con nativas, y llegan a perjudicarlas porque modifican el ambiente a su beneficio o a consecuencia de sus actividades; por ejemplo, al adaptarse mejor a las temperaturas cambiantes se reproducen tan rápido que pueden llegar a desplazar del todo a las poblaciones nativas o dejarlas sin recursos para sus acciones vitales.

Subrayó la especialista que algunas de éstas fueron introducidas, como los peces plecos, que viven en la Presa de Infiernillo y son de Sudamérica; el pangasio, que viene de Asia; la carpa común europea o los peces guppy, que son liberados de hogares o acuarios, se escapan de granjas acuícolas como lo hacen las tilapias o carpas, o incluso lo hacen con fines de biocontrol del mosquito de la malaria o chikungunya.

La Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por su sigla en inglés) –órgano que establece un puente entre la ciencia y las políticas públicas– gestionó desde 2019 la elaboración del documento.

Camacho Cervantes es corresponsable del apartado referente a vectores (cualquier agente que transporta y transmite un patógeno a otro organismo vivo) de introducción de especies invasoras, el cual se divide en accidentales y a propósito. Los primeros se arraigan sin intención alguna, mientras que los segundos se introducen con algún fin específico, como biocontrol o para alimentar a la población de cierta comunidad.

Dentro de ese capítulo hay tres secciones que la universitaria elabora: la urbanización como vector de introducción; contaminación en agua dulce y cómo contribuye a ser vector de introducción; y movimiento de la basura en la costa, removida por algún evento natural, como tsunamis.

“En México tenemos muchas barreras naturales que dividen al territorio nacional y permiten que haya muchas especies nativas, pero también encontramos invasoras e, incluso, las más perjudiciales han sido importadas de otros lugares del mundo. Los tomadores de decisiones hallarán en mi capítulo las rutas más comunes de introducción de especies que contribuyan a realizar estrategias para tratar de mitigar a las invasoras y evitar más movimientos en el mundo que terminen en invasiones costosas, ambiental y económicamente”.

La idea de elaborar el documento, dijo, es que en el ámbito global se cuente con soluciones factibles e información lo más actualizada posible sobre literatura científica y conocimiento local para tomar determinaciones más conscientes. Debido a la pandemia el producto final estará listo a finales de 2022 y cobra relevancia, ya que dos instituciones mexicanas (UNAM-Conabio) intervienen en este asesoramiento internacional.

Camacho Cervantes refirió que la biodiversidad tiene cinco amenazas principales: la fragmentación de hábitat, contaminación, sobreexplotación de especies, cambio climático y especies invasoras. Por tanto, en el Laboratorio de Ecología de Especies Invasoras del ICML se analiza cómo afectan las temperaturas en su comportamiento y las interacciones entre ambas especies para ver cómo será la sinergia de éstas y el cambio climático.