Existe una cultura que normaliza la discriminación contra la niñez mexicana

Luis Fernando Carrera Castro y Mónica González Contró. Foto: Víctor Hugo Sánchez.

En México, la vigencia plena de los derechos de la niñez no se ha logrado porque ello tiene que ver con una cultura que normaliza la discriminación de niñas y niños, y se resiste a considerarlos como titulares de derechos, afirmó Mónica González Contró, directora del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.

En el panel Los derechos de la niñez: retos para su garantía, durante el cual se realizó la firma del convenio de colaboración entre esa entidad universitaria y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la universitaria añadió que construir alianzas se vuelve especialmente relevante para el país y para alcanzar el objetivo de garantizar los derechos de niñas, niños y adolescentes en México. “Este acuerdo seguramente redundará en investigaciones muy significativas”.

González Contró refirió que en el tema identifica como amenazas la falta de visibilidad de la agenda de infancias y adolescencias, junto con el debilitamiento del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (que tiene mucho tiempo de no sesionar), y de algunas instituciones relacionadas.

Asimismo, las agendas históricas y las emergentes. En el primer caso se incluyen temas como la educación y, en especial, la educación inicial y el trabajo infantil; y en el segundo, otros como la migración (fenómeno que ha cambiado de manera muy rápida), diversidades (lingüísticas, culturales, sexuales, etcétera), la agenda post Covid, la inteligencia artificial (en relación con el desarrollo cognitivo de los menores y la afectación de sus derechos), las violencias y el sistema de cuidados.

La titular del IIJ detalló que la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes –publicada en 2014– implica importantes retos culturales que todavía no hemos sido capaces de afrontar, y falta mucho para lograrlo; de igual manera, la accesibilidad a mecanismos de garantía de los derechos, así como la construcción de institucionalidad, es decir, de sistemas de protección y procuradurías que requieren de mayores recursos.

De igual modo se necesita la incorporación del enfoque de derechos y la armonización legislativa transversal y en todos los niveles de gobierno, ya que existe legislación contradictoria que no recoge el enfoque de derechos, entre otros desafíos.

Por todas estas razones, sostuvo González Contró, la firma de este convenio es relevante. “Hace falta una mirada interseccional, que es precisamente uno de los objetivos del convenio, e intersectorial, es decir, de un organismo de protección de derechos humanos de Naciones Unidas, como lo es UNICEF, con la academia, que realiza un análisis y una discusión diferentes”.

La justiciabilidad de los derechos, particularmente en el tema de amparo, también será otro objetivo del convenio, para ver cómo los tribunales han resuelto en relación con los derechos de las niñas, los niños y adolescentes, lo cual tiene que ver con el acceso a la justicia para ellos.

Por último, destacó que la capacitación es un reto importante, para que permee en toda la administración pública y los poderes y niveles de gobierno, y en este sentido “esta colaboración será muy positiva”.

En tanto, Luis Fernando Carrera Castro, representante de UNICEF en nuestro país, destacó que la protección de la niñez no es un tema de emergencias ni de asistencialismo, sino de derechos.

México necesita un estado de bienestar para la niñez; ése debe ser su siguiente salto histórico y estratégico en la protección de dicho sector de la población. Y ello implica contar con un sistema integral de seguridad y de protección social que permita a los menores vivir seguros de los cero a los 18 años, sin amenazas para su vida, salud, nutrición, educación e integridad física y mental.

Señaló que el trabajo de cooperación entre ese organismo y la entidad universitaria ha sido largo y en diferentes momentos. “Celebro que retomemos el vínculo, el trabajo conjunto, y nos encaminemos a una rápida implementación de programas que tengan impacto en el mundo académico y de la investigación en particular. Estoy muy contento de que México haya logrado, después de un largo proceso de discusión, crear la ley de protección de la niñez y otras legislaciones complementarias e importantes. “Pienso que el sistema de protección todavía está madurando y tiene aspectos por desarrollar”.

Finalmente, Carrera Castro expresó su beneplácito por la firma del convenio. “Es el primero de muchos pasos que vamos a dar”.

María Elisa Franco Martín del Campo, investigadora del IIJ, indicó que se viven tiempos complejos para los derechos humanos, en general, y con especificidades para niños, niñas y adolescentes. “Por eso consideramos que es muy pertinente este convenio y este espacio de discusión, así como todo lo que se podrá trabajar a partir de esta colaboración”.

Pensar y repensar la situación de los derechos humanos de la niñez y los retos para su garantía permitirá tener un trabajo muy fructífero a partir de este acuerdo. “Trabajaremos de manera intensa para que este convenio dé frutos”, finalizó.

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