Exposición y taller sobre la interpretación del voguing

Matyouz LaDurée, celebridad de la escena ballroom parisina y comentador, en el Chopo

Foto: Barry Domínguez.

Matyouz LaDurée, francés de origen africano, es un personaje con boina y lentes oscuros, robusto, nalgón y de un poco más de 1.90 metros de estatura. Se le considera un integrante destacado de la escena ballroom de París. Recientemente impartió el taller Commentator a una treintena de jóvenes en el Museo Universitario del Chopo, con una duración de dos horas.

El comentador es una figura fundamental de la escena ballroom. Funge como maestro de ceremonias y se distingue por la repetición y el énfasis que hace en ciertas frases para acompañar el frenesí y la posesión del bailarín. En otras palabras, sostiene la narrativa y mantiene la energía del evento.

Con micrófono en mano hace rimas divertidas con la idea de reinterpretar el lenguaje propio del voguing y sus categorías, basándose también en conocidas canciones de la cultura popular. A la vez, comenta las intervenciones en la pista de cada participante y cuando se llega a escenificar una batalla entre dos de ellos. Su misión: motivarlos para que den lo mejor de sí frente al público.

Este taller fue parte de la exposición Elements of vogue. Un caso de estudio de performance radical, la primera en México y España que revisa la historia del
performance afroamericano y la primera sobre la historia del voguing, baile popular afrolatino y queer, expresión artística que mezcla música, baile y, sobre todo, muchas poses como las que se reproducen en las revistas de moda.

Matyouz es comentarista de varios eventos de vogue en Francia y en otros países europeos. Ha recibido diversos premios internacionales en las categorías de Hands Performance y Commentator vs. Commentator (Italia, Holanda, Alemania, España y Estados Unidos). Durante el taller invitó a los participantes a integrarse en un círculo para que, de inicio, con una base rítmica dijeran su nombre y color favorito. Luego pasó a que jugaran un poco con la emisión de la consonante R en diferentes afinaciones, y enseguida a la repetición de una frase corta para que la expresaran de una forma más libre.

Inmediatamente después les solicitó deletrear el enunciado run way, y que lo hicieran sin perder en ningún momento el marcaje rítmico de la música. Así fue incorporando varios ejercicios más, entre ellos un serial de maullidos para derramarlos por la boca, y que terminaron por arañar los oídos.

Forma de resistencia

Al término del taller varios de los asistentes recorrieron los niveles 1 y 2 del museo para conocer, por medio de imágenes y performances curados por Sabel Gavaldón y Manuel Segade, qué hay detrás del vogue y la historia del performance afroamericano. Se encontraron con que el voguing ayuda a “entender la emergencia de la pose como forma de resistencia, donde las minorías utilizan sus cuerpos para crear formas disidentes de belleza, subjetividad y deseo”.

Elements of vogue visibiliza al gay afro, un colectivo capaz de demostrar su creatividad, sensibilidad y resistencia en una sociedad adversa a sus gustos, expresiones y derechos. En la muestra uno atestigua cómo se expresa el entrelazamiento entre raza, género y clase social en el arte y la cultura popular afroamericana. Y todo eso puede dar para empezar una crónica periodística del voguin en turno de esta manera: “Desenfadadas, con movimientos exagerados de caderas y hombros… Gestos de caricaturesca sensualidad y manos alzadas por lo alto ondeando como aves exóticas”.

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