Entrevista a Nelly Lucero Lara, del CIEG

Feminismo global ante el robo de derechos de las mujeres

Marea Verde en América Latina es un grupo de contención muy importante frente a lo que está pasando en Estados Unidos

Ante la revocación del derecho al aborto, otros están en riesgo.
Los derechos de las mujeres son producto de grandes luchas. No podemos pensar que se mantendrán completamente en el tiempo y menos considerando que seguimos viviendo en sociedades patriarcales, señala Nelly Lucero Lara Chávez, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género, CIEG.

Lo sucedido en un país referente en el avance de los derechos de las mujeres, como lo era Estados Unidos, se convierte en un indicador importante y revelador de lo que puede pasar con muchos otros derechos vinculados a ellas. El feminismo ya había analizado cómo las circunstancias, en los momentos de coyuntura, pueden jugar a favor o en contra de las mujeres, y que nunca están completamente garantizados los derechos, eso siempre se ha planteado, dice en entrevista para Gaceta UNAM.

“Si ya se estaba tratando el tema del aborto en el marco de la Corte Suprema de los Estados Unidos era porque existía una posibilidad que había escalado a otras instancias, y eso significaba que en cualquier momento podía haber una sorpresa que desafortunadamente se dio. Sin lugar a duda esto representa un golpe y un revés a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, no sólo en el contexto de Estados Unidos, sino también a nivel mundial”, considera.

Movimiento ético, político y filosófico

El feminismo, como movimiento ético, político y filosófico trata de develar las desigualdades existentes entre mujeres y hombres. “Hay quienes se preguntan: si ellas ya son iguales a ellos, ¿para qué nos sirve el feminismo? Como si fuera una teoría superada. Este tipo de acontecimientos develan que el feminismo sigue siendo importante porque es un movimiento, una propuesta teórica, un recordatorio de que nada está garantizado para las mujeres. Debemos seguir buscando y rearticulando esta lucha para descorrer las distintas formas de violencia y encontrar caminos en la resolución de las problemáticas que se vayan por ahí suscitando, explica la profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

También, agrega la especialista, es un llamado a la rearticulación del feminismo estadunidense por esta disyuntiva entre estados que van a permitir el aborto y los que no, particularmente los del sur (los más conservadores).

Ante la revocación del derecho al aborto, otros derechos de las mujeres están en riesgo, porque muchas dejarán de ir a las escuelas para atender un embarazo. “Acentuará otras problemáticas que el feminismo ha analizado, como la feminización de la pobreza. La no preparación de las mujeres es también otro de los mecanismos que nos colocan en una posición de pobreza, es un círculo vicioso que impide también que las mujeres salgamos de esta”, adelanta Nelly Lucero Lara.

Además de una reconfiguración feminista, la investigadora vislumbra una alianza con otros países, como los europeos y con los latinoamericanos. Esto permitirá crear redes sociodigitales, es decir, trabajar la información con varias células para que el movimiento tenga fuerza en distintos puntos a nivel global, sin concentrarse en uno solo, porque puede ser atacado y desarticulado, y así prevenir y pervivir en distintas posiciones.

“Marea Verde en América Latina es un grupo de contención muy importante frente a lo que está pasando en Estados Unidos. Me parece que por ahí puede ir la nueva tendencia de lucha, no estar siempre esperanzadas a que las respuestas vengan de los centros”, dice contundente.

Las europeas

¿Podrían estar preocupadas las mujeres europeas por este fallo? Están considerando lo sucedido en la unión americana, y lo estarán viendo como un gran foco rojo, asiente la entrevistada. “El feminismo ya lo sabía, más que cualquier otro movimiento sabe que en el ámbito social nada está garantizado. Que todo es una lucha y este tipo de situaciones develan lo frágil o endeble que pueden ser los logros conseguidos por ellas”.

El feminismo se debe pensar como un movimiento global. No todo va a salir de los Estados Unidos, porque ya vimos lo que puede pasar. Esta posibilidad de tener distintos centros y países, de otros lados y del tercer mundo, será la otra opción, que enfrenten los agravios que sigan surgiendo, no sólo en la Unión Americana sino en otros espacios, finaliza la académica.

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