Gran respuesta del público a la OFUNAM

La directora huésped fue Jiajing Lai, segundo lugar en el Premio Internacional de Dirección de Orquesta

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Para el Primer Programa de su Segunda Temporada 2019, la Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM) interpretó, con la batuta de la directora huésped Jiajing Lai, a dos emblemáticos compositores rusos, Rimsky-Korsakov y Chaikovski, con el Capricho español Op. 34 y la Suite de El lago de los cisnes, respectivamente, además de la suite para orquesta Wu Xing, Los cinco elementos, creación contemporánea del chino Chen Qigang.

Wu Xing alude a cinco momentos o fases distintas de la energía. Chen eligió para estructurar su composición la teoría china de los cinco elementos constitutivos del universo: minerales, madera, agua, fuego y tierra. Clave de esta partitura, compuesta por encargo de Radio France entre 1998 y 1999, es la caracterización de cada elemento y las relaciones que se establecen entre ellos. Uno es consecuencia del anterior: la madera alimenta al fuego, éste con sus cenizas produce tierra, la cual alberga a los minerales, que a su vez alimentan al agua que da vida a la madera.

Luego de la interpretación de Wu Xing, con una duración de aproximadamente 10 minutos, en la que se destaca la velocidad y fuerza que imprimen las percusiones de madera y los metales, se dio paso al poema sinfónico de gran colorido y unidad, Capricho español, de Nikolai Rimsky-Korsakov, dividido en cinco partes que, de acuerdo como lo reseña en el programa de mano Roberto Ruiz Guadalajara, “la primera, la tercera y la última consisten en una alborada, la cual es un baile festivo que se ejecuta para celebrar la salida del sol, y cuyos materiales proceden de la alborada asturiana para gaita y tambor de la recopilación de José Inzenga”.

La segunda parte se constituye por variaciones sobre la danza prima asturiana, y la cuarta, Escena y canto gitano, incluye la participación de diferentes instrumentos solistas: trompeta, violín, flauta, clarinete y arpa, que interpretan la melodía sobre un fondo rítmico que mantienen las percusiones.

El concierto en la Sala Nezahualcóyotl dirigido por Jiajing Lai, laureada con el segundo lugar en el Premio Internacional de Dirección de Orquesta OFUNAM 2018, tuvo como cierre la célebre Suite de El lago de los cisnes. Algunos datos curiosos sobre esta pieza de Piotr Ilich Chaikovski: su título original es Lebedinoye ozero; el director del Teatro Imperial de Moscú, Vladimir Begichev, invitó a Chaikovski a componer la música para un ballet por la suma de 800 rublos; acerca del encargo, comentó: “Acepté la obra particularmente porque deseo el dinero, pero también porque hace tiempo que quería probar mi mano en este tipo de música”; la base de la historia es una leyenda teutónica titulada Der Schwanensee; el desenlace de la historia varía según cada montaje coreográfico; a la obra incorporó algunas piezas pertenecientes a un breve ballet escrito para los niños de su hermana Alexandre Dadidov; se le pidió que revisara la partitura para hacer un nuevo montaje, el compositor prometió hacerlo pero falleció antes de poder concretarlo.

Al menos cinco de los ocho movimientos de El lago de los cisnes son fácilmente reconocibles por la mayoría del público. Sus melodías forman parte de nuestros archivos mentales y despiertan en nosotros leves, cálidas y suavísimas emociones. Y paralelamente imaginamos: trazos sinuosos, pierna estirada hacia atrás del cuerpo, alargamiento del brazo y prolongación del movimiento a partir de una posición doblada; paso en tres tiempos, el primero en plié, y los dos siguientes en piqués para dar una impresión de columpio. En fin, qué tanto nos pasa por la cabeza cuando uno se sumerge a voluntad en El lago de los cisnes.

Foto: Barry Domínguez.
Foto: Barry Domínguez.
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