Guardianes, acompañantes de quienes tienen problemas de salud mental

Detectan señales de alerta y motivan a la gente para pedir ayuda a un profesional

Están entrenados para no causarle vergüenza a otra persona, ni tampoco regañarla.

Tardamos mucho en buscar ayuda cuando tenemos un problema de salud mental. Lo atribuimos a la época de la vida, al estrés o a la pandemia. Más de dos horas al día que causen malestar clínicamente significativo, en todas las áreas, es una razón para pedir una opinión de un especialista, señala Carolina Santillán Torres Torija, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala.

Las enfermedades mentales causan muchísimo miedo por desconocimiento. “Los progresos en la investigación sobre el cerebro están ayudando a que las personas empiecen a ver que la salud mental es igual que la del intestino, que la del ovario. El cerebro también se enferma, se beneficia con cambios en el estilo de vida. En caso de una apendicitis nadie duda en ir corriendo a un hospital, pero en el caso de un dolor grave que te ocasiona ya no querer vivir, ahí sí la hay.

Hay una estrategia que se lleva a cabo en la FES Iztacala que la Organización Mundial de la Salud define como Guardianes. “Nosotros desde el 2017 hemos capacitado a los profesionales de salud mental, funcionarios, docentes, investigadores y alumnos”, precisa en entrevista con Gaceta UNAM.

Los idóneos

El guardián o la guardiana está entrenado para no tener miedo, para no causarle a la otra persona vergüenza o regañarla, para intentar darle un consejo de experto sobre lo que debería hacer. “El guardián en algunos casos tiene que ver particularmente con suicidio, pero debe serlo de los problemas más importantes de salud en México: consumo de sustancias y depresión. Los idóneos son aquellas personas claves en su comunidad, un pastor, sacerdote, trabajador social, personal médico y por excelencia nosotros: los docentes, los tutores institucionales, los propios alumnos”, explica.

Toman una capacitación y tienen conocimientos de que la depresión y el consumo de sustancias no es una cosa de voluntad. “No podemos hacer psicoterapia porque no somos especialistas, pero sí podemos notar señales tempranas de riesgo: al menos dos horas de su día están en la sintomatología depresiva, consumo de alcohol, ansiedad, recuerdos traumáticos, de abuso sexual, del sismo del 2017. Notamos esas señales tempranas e iniciamos una conversación sobre qué importante es que la persona se sienta acompañada. Primero que se dé una oportunidad de acercarse a un servicio especializado en salud mental y que tengamos un directorio para referir”, detalla.

Señala que algunos creen que la depresión es tristeza, pero tiene otras formas, porque justo es un cambio químico. “Puede ser irritabilidad, problemas con el sueño, el apetito, el peso, enlentecimiento, dificultad para pensar, para concentrarse, para aprender. A los estudiantes les impartimos una muy buena capacitación en un componente informativo de qué es y también les hablamos de que no hay que minimizar las señales, estas conductas asociadas al suicidio que pueden ser muy pasivas: me quiero dormir y ya no despertar, ojalá que algo pasara y se acabara el mundo. Les explicamos cuáles son las conductas asociadas al suicidio, un poco de autolesiones no suicidas, pero lo más importante, además de darles información, es que durante el taller practicamos cómo motivar a alguien a pedir ayuda, cómo acercarse con un profesional, cómo darse cuenta que ya hay datos de preocupación, qué pasa si no se atiende la persona y qué vendría de bueno si lo hace, si regresa al funcionamiento que tenía anteriormente. Y, por último, les ayudamos a construir un directorio de todos los servicios de salud mental que hay: gratuitos, público, privados, modalidades en grupo, individual, talleres intensivos. Los guardianes y las guardianas, sin ser psicólogos, tienen información, ayudan a motivar a los estudiantes o a la persona de la comunidad que necesite ayuda y refiere con ese directorio que tiene a la mano.

La FES Iztacala tiene un programa que se llama Crisis, emergencias y atenciones al suicidio. “Los estudiantes que conforman el programa se están formando para que en el servicio social vayan a comunidades, a clínicas, a centros de salud, escuelas y que puedan ser esos guardianes que detectan señales tempranas de problemas de salud mental en la población”, afirma.

El programa Guardianes ha capacitado a 14 mil personas, entre fundaciones, hospitales, escuelas y, sobre todo, durante cuatro años a alumnos de primer ingreso en las carreras de medicina y psicología (https://www.youtube.com/channel/UCGJgbDZ8miwTtDnv7xF6_hw/videos).

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