Historia nacional: escrita de espaldas a los indios y contra ellos

La historia nacionalista mexicana se identificó claramente con España, lo que impuso una visión excluyente y en muchos casos abiertamente racista de la historia.

Para vencer a los indígenas fue necesario despojarlos de sus lenguas como medios de gobierno y cultura, suprimir las memorias de su propia historia y construirles un nuevo conocimiento histórico, señaló Federico Navarrete Linares, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.

En el programa Primer Movimiento de Radio UNAM, el historiador comentó que, en el siglo XIX se construyó una visión diferente de la conquista, en la que los indígenas ya no fueron considerados más conquistadores, aliados o vencedores, sino que fueron colocados en la posición de los vencidos, los derrotados, los destruidos por la conquista.

“Este proceso debe ser entendido como parte de un proceso más amplio en el que el estado mexicano fue despojando a los pueblos indígenas”.

El proceso histórico de derrotar a los indios en el pasado, es decir de convertirlos de conquistadores a conquistados, de vencedores a vencidos, era paralelo a los procesos históricos del siglo XIX y del siglo XX de dominar a los pueblos indígenas en México; prohibirles sus idiomas, quitarles sus territorios perseguir sus culturas, obligarlos a convertirse en “mestizos” y debe verse como parte de un proyecto de construcción nacional que es edificado no sólo de espaldas a los indios sino en contra de los indios, explicó.

El académico dijo que el nuevo tipo de conocimiento histórico que se les impuso es la ciencia histórica moderna, que se pretende científica y académica, pero que excluía de origen a los indígenas. La historia moderna mexicana se escribió siempre en español y privilegió más a las fuentes escritas en español de la conquista que a las fuentes indígenas sobre el periodo colonial, en una clara exclusión lingüística, histórica y política.

A lo largo del siglo XIX los historiadores mexicanos exaltaron la figura de Hernán Cortés y sus Cartas de relación convirtiéndolos en una especie de fundadores de la historia mexicana moderna, devaluando las versiones de los tlaxcaltecas, de los mexicas y de los otros pueblos. Otro ejemplo es el Lienzo de Tlaxcala: La conquista de México por Hernán Cortés, que ofrece una versión sesgada de la historia, advirtió.

Añadió que la historia nacionalista mexicana se identificó claramente con España, lo que impuso una visión excluyente y en muchos casos abiertamente racista de la historia, que influyó y convirtió a los indígenas en vencidos, en derrotados, que es la visión que tenemos hasta ahora.

“La idea de los indios vencidos es parte de este proceso de negación de los derechos de los indios vivos”, concluyó.

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