Homenaje a Ricardo Tapia, impulsor de la ciencia y la investigación

Las contribuciones del neurocientífico y explorador del sistema nervioso tuvieron impacto más allá de su laboratorio

Foto: Benjamín Chaires.
A un año de su partida, el Instituto de Fisiología Celular (IFC) rindió homenaje a Ricardo Tapia Ibargüengoytia, investigador emérito y piedra angular en la concepción y organización de esta entidad académica.

Fue una pieza fundamental en la construcción de este Instituto, aseguró el coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, William Lee Alardín, quien durante la inauguración del evento señaló que es importante reflexionar sobre las personas que hicieron posible que el IFC sea hoy una institución fuerte, consolidada y con una investigación relevante.

En ese sentido, llamó a la comunidad del Instituto a cuidarlo, protegerlo y seguirlo desarrollando, para que continúe su interacción con otras instituciones y grupos científicos del país, en beneficio de México.

En tanto, la directora del IFC, María Soledad Funes Argüello, expresó que es difícil imaginar la historia de esa entidad sin el doctor Tapia caminando por sus pasillos, y subrayó que las contribuciones del neurocientífico e incansable explorador del sistema nervioso tuvieron un impacto más allá de su laboratorio.

“No fue únicamente en el Instituto de Fisiología Celular en donde su participación fue crucial para su concepción y organización, sino que luchó desde todas las trincheras posibles para el desarrollo de la ciencia y de la investigación, con el fin de fortalecer la cultura científica en nuestro país.

“Aprovechó su prestigio académico para buscar que la ciencia y la tecnología fueran consideradas en el diseño y ejecución de diversas políticas públicas, abonando así a construir un mejor país para todas y todos nosotros”, señaló.

El doctor Tapia, prosiguió, se encuentra y siempre estará en cada integrante de la comunidad del IFC, desde donde continuará su legado con los desafíos que se presenten.

Posteriormente, la investigadora emérita del IFC, Herminia Pasantes Ordóñez, compartió “experiencias gozosas” que durante más de 60 años tuvo con el doctor Tapia, quien –aseguró– fue su mejor amigo, “el más cercano”. A ambos los apasionaban los libros, la música y visitar sitios arqueológicos.

Durante la presentación que tituló “En paralelo”, Pasantes relató que formaron sus familias –cada uno por separado– en casi los mismos años, realizaron sus posgrados en distintas instituciones de Europa, y luego regresaron a trabajar al Instituto de Biología de la UNAM. También obtuvieron sus distinciones de investigadores eméritos casi a la par –entre 1996 y 1998–, así como el Premio Nacional de Ciencias y Artes. A ambos la revista Neurochemical Research les dedicó un número destacando sus trabajos.

La investigadora recordó que siempre coincidieron en sus posturas políticas e hizo un reconocimiento a Tapia por sus ideas progresistas, por ejemplo, en torno a la despenalización del aborto y de las drogas, especialmente de la mariguana. Incluso argumentaron en favor de la legalización de esta última en el Senado de la República y la Secretaría de Gobernación.

De igual forma, investigadores del IFC, de la Facultad de Medicina, de los institutos de Investigaciones Biomédicas, Jurídicas y Filosóficas de la UNAM, así como de otras entidades compartieron sus vivencias con el experto universitario y resaltaron sus aportaciones a la neuroquímica, a la bioética y al Colegio de Bioética.

Finalmente, María Soledad Funes Argüello, junto con la familia y amigos del investigador emérito, inauguraron la Unidad Académica Ricardo Tapia Ibargüengoytia, en el edificio de Neurociencias del IFC, que cuenta con salas y aula de reuniones. El hijo del científico mexicano, Ricardo Tapia, agradeció el homenaje, muestra del respeto y cariño que la familia científica de su padre tuvo por él.

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