Impulso a la formación de trabajadores sociales con perspectiva de género

La formación de especialistas en trabajo social con perspectiva de género se vuelve cada vez más necesaria para erradicar la violencia hacia las mujeres e integrantes de la comunidad de la diversidad sexual, consideraron académicas en el Foro Nacional de Trabajo Social 2020.

En el encuentro virtual denominado Mujeres, organizado por la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), se habló de la situación de este sector, y su agudización durante el confinamiento por la Covid-19.

Ariana Rodríguez, docente de esa entidad universitaria, señaló que el maltrato hacia ellas se recrudeció con el confinamiento, de ahí lo indispensable de contar con profesionales preparados en este ámbito desde su formación.

Por ello, a partir del próximo semestre la ENTS impartirá la materia obligatoria de Género. “Es un logro para quienes buscan especializarse en el tema, con una visión crítica, que permitirá tener un análisis y visibilizar las condiciones que no hemos logrado vislumbrar”.

Eso hará posible trabajar con mujeres, niñas y niños, y también con los hombres, para contribuir a erradicar la violencia de género en todos los aspectos de la vida cotidiana, dijo.

En su oportunidad, Sara Rangel, egresada de la Escuela, expuso que en los últimos 15 años la mortalidad por cáncer cervicouterino ha ido en descenso, pero esta reducción no ha sido homogénea, pues en México el mayor número de muertes se concentra en estados con menor índice de desarrollo humano y en zonas rurales.

En su propuesta “La mujer con padecimiento de virus de papiloma humano (VPH) en tiempos de pandemia por Covid-19”, destacó la necesidad de dar atención social, además de generar y promover estrategias de prevención, monitoreo y control de las que son diagnosticadas con ese mal.

Durante el confinamiento

A su vez, Jesús Ignacio Marrero, alumno de la maestría de Trabajo Social, y Jessica Noguerón, egresada de la ENTS, resaltaron que la pandemia incrementó la violencia hacia los integrantes de la comunidad de la diversidad sexual, que podrían verse obligados a permanecer con familiares que no los auxilian, sino por el contrario, los maltratan.

Tras subrayar que además podrían carecer de recursos económicos y de redes de apoyo, apuntaron que el reto como profesionales es tener un proceso formativo que les permita dar ayuda y generar propuestas a partir de la perspectiva de género. También, cuestionar y analizar los avances en contra de la violencia, colaborar en preverla y atenderla con la participación de expertos en psicología y derecho.

Finalmente, Lellanis Arroyo, académica de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guanajuato, se refirió a la interrupción del embarazo como una práctica estigmatizada por la sociedad y la religión.

En su propuesta de seguimiento a pacientes del nuevo Hospital General Regional de León, a quienes se les realizó un legrado por aborto espontáneo, planteó la necesidad de proporcionar atención amplia a las mujeres y dar acompañamiento a sus casos para saber qué ocurre con ellas. “Es trascendental tener conocimiento de qué les significa esta experiencia en el contexto de la contingencia sanitaria, y si ha habido asistencia psicológica”.