Este proceso comienza desde el nacimiento

Incorrecto, vincular envejecimiento con decadencia

Es inevitable, por lo que se tiene que hablar de ello como un tema cotidiano, señala Francisco Javier González, de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala

Fotos: Juan Antonio López.
Envejecer es estar vivo –sentencia Francisco Javier González Cordero, especialista en temas de envejecimiento y vejez con enfoque de curso de vida salud mental– desde nuestra concepción y nacimiento comenzamos a envejecer. Es un proceso que dura toda la vida, que está orientado por ganancias y pérdidas, y que se vuelve mucho más evidente en etapas posteriores de nuestra existencia.”

Para el académico de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, hay que hacer una distinción entre envejecimiento y vejez, pues el primero, es un proceso natural permanente, mientras que el segundo “es ese momento socialmente asignado en el que como personas entramos a experimentar de manera más cercana todo lo que se ha acumulado en este tiempo. Se tiene la idea, y es contra lo que tenemos que ir, que envejecer es algo malo”.

El universitario agrega que tendríamos que pensar que el envejecimiento poblacional que experimentamos ahora es uno de los grandes logros de la humanidad, además que “tenemos derecho a hacerlo con calidad de vida e igualdad de condiciones, por lo que deberíamos ser una sociedad en la que se hable de temas de vejez y de envejecimiento a lo largo de toda la vida. Que en la educación se hable sobre qué es envejecer, cómo es, qué sucede, qué pasa cuando se es una persona mayor o cómo construir desde que tengo 10, 15 o 20 años un envejecimiento saludable y agradable para mí. El gran reto es hablar desde la educación, desde todas las instituciones, desde las comunidades sobre qué es y verlo de la manera más natural posible”.

No todo decae

Solemos pensar que el envejecimiento trae sólo decadencia al cuerpo, las funciones cambian, las capacidades también, pero el especialista en Psicología señala que a pesar de que hay funciones que decaen, la investigación en envejecimiento ha demostrado que muchas funciones cognitivas mejoran con la edad, y debemos entender que esto va en función de las experiencias que vamos atravesando: si comemos adecuadamente, si dormimos bien, si descansamos y una gran cantidad de variables.

“Necesitamos hablar cada día más sobre qué es envejecer y qué pasa cuando lo vamos haciendo, porque tenemos un gran miedo colectivo al respecto, pero no nos detenemos a pensar que no importa nuestra edad; podríamos tener 30 años y olvidar cosas, y no necesariamente está asociado a una enfermedad, no es algo exclusivo de la vejez”, agrega Francisco Javier González.

Redes de acompañamiento

El investigador comenta que la parte psicológica del envejecimiento es muy importante, porque imaginamos que la vida será de la misma manera todo el tiempo, que las cosas siempre se mantendrán en un mismo estatus, pero no es así; “es muy heterogénea, se va transformando”.

González Cordero insiste: “necesitamos pensar que vivimos en un mundo que envejece constantemente y que vivimos mediante grandes redes de apoyo, sean familiares o comunitarias, en las que entre todos nos prestamos cuidados. Por ejemplo, en una familia, en un barrio donde hay niños pequeños y las personas más grandes se organizan para cuidar y dar las atenciones a estos niños. O cuando una persona enferma tiene un accidente. También durante la vejez hay este tipo de redes. Asimismo, es importante recalcar que el Estado tiene la obligación de aportar los insumos para que las personas mayores vivan con la calidad de vida que merecen y, por otro lado, como personas que convivimos con otras mayores, necesitamos comprender que como cualquier otro ser, tiene sus propias formas de vivir la vida”.

Añade que “tenemos que ser pacientes, comprensivos y generar la suficiente confianza en ellos. No es muy difícil; lo es recibir cuidados o atenciones, y más si no hay esa confianza. Aunque, claro, sí resulta complicado. La comunicación es pieza clave de todas las personas, tanto de las que reciben cuidados como de las que los dan. Si no podemos instaurar estos mecanismos de comunicación habrá complicaciones porque en la familia o donde sea que se armen este tipo de redes, se dan por sentadas muchas cosas y las personas mayores y sus familiares no expresan lo que necesitan, lo que quiere o lo que pueden dar. Por tanto, es clave para generar estas redes de apoyo y generar acuerdos concretos”.

Para terminar, el experto da algunos consejos para mantener las funciones cognitivas: “Necesitamos estimularnos como personas. Tenemos la responsabilidad de estimularnos cognitivamente. Hay excelentes formas bastante económicas y simples como resolver crucigramas, hacer sopas de letras, sudoku, este tipo de juegos. Una excelente forma de mantenerme estimulado es experimentar cosas nuevas, ir haciendo cosas nuevas en medida de mis posibilidades”, concluye.

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