Indagan cómo volver a las fuentes primarias de la historia del arte en AL

Abordajes y análisis sobre osamentas de gobernantes mayas, vasijas coloniales, revistas ilustradas, cintas magnéticas del videoarte o Instagram como archivo de documentación

Foto: Benjamín Chaires.
Consolidado como un encuentro emblemático que reúne a académicos, investigadores e historiadores del arte de todo el mundo, el Coloquio Internacional de Historia del Arte, del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE), se dedica en su edición XLVI al tema de Las fuentes en las historias del arte de América Latina. Retornos y nuevas interpretaciones.

En esta oportunidad se pretende analizar cómo volver a las fuentes primarias (junto a sus autores y/o contextos de producción), que dieron origen a algunos de los temas y problemas más importantes en los campos del arte indígena, virreinal, moderno, contemporáneo, así como en las áreas de cine, estudios curatoriales y de materialidad.

En la inauguración del encuentro, la coordinadora de Humanidades, Guadalupe Valencia García, dijo que el Coloquio ya es una tradición no sólo en el IIE, sino también en la Universidad. Con tan sólo leer el programa es posible ver el poder de convocatoria de la entidad y la potencia intelectual adquirida después de ya casi cinco décadas de su realización.

Angélica Velázquez Guadarrama, directora de Estéticas, explicó que entre los muchos aprendizajes que dejó la pandemia, fue contundente la necesidad, para los especialistas del arte, de trabajar cerca de las fuentes artísticas y documentales, de interrogarlas, analizarlas en su materialidad, descomponerlas o relacionarlas con otras, así como de llevarlas a públicos más amplios.

En los dos últimos años, con la clausura temporal de museos, zonas arqueológicas, bibliotecas, archivos y colecciones artísticas, “nuestra disciplina se enfrentó a muchos retos”. Este Coloquio es una invitación para volver al núcleo fundante de la historia del arte, a sus fuentes y objetos, como sitios primordiales de inspiración, desde donde se originan muchas de nuestras pesquisas o a las que acudimos para responder inquietudes diversas.

El encuentro permitirá a los asistentes coincidir con abordajes y análisis situados en fuentes tan disímiles como las osamentas de gobernantes mayas, las vasijas coloniales, las revistas ilustradas, las cintas magnéticas del videoarte o Instagram como archivo de documentación contemporáneo. Todo ello “dará cuenta de la amplitud, diversidad y originalidad de la historia del arte que se practica en y sobre América Latina, concluyó.

La versión 46 del Coloquio, del 4 al 7 de octubre, contó con tres conferencias (inaugural y dos magistrales, estas últimas impartidas por Ana Gonçalves Magalhães, directora del Museu de Arte Contemporânea da Universidade de São Paulo, Brasil, y Natalia Majluf, historiadora del arte peruana e investigadora visitante del IIE).

Asimismo, detalló, con 25 ponencias seleccionadas a cargo de académicos de instituciones de países como Estados Unidos, Suecia, Alemania, España, Perú, Colombia y México.

Marina Garone Gravier, del Instituto de Investigaciones Bibliográficas e integrante del comité científico encargado de la planeación del Coloquio, refirió que éste se propone analizar y repensar temas y problemas constantes de la historiografía del arte de América Latina.

Además, rescatar y releer críticamente fuentes primarias del arte, por medio de las metodologías que permitan distinguir su variedad de géneros, y confrontar construcciones historiográficas a partir de metodologías comparativas en fuentes primarias y secundarias.

Luis Vargas Santiago, integrante del IIE, expresó que este es uno de los coloquios con mayor tradición en la Universidad; se trata de un espacio de experimentación, de indagación y reunión.

Las fuentes, refirió, se entienden generalmente como textos, más en un carácter documental; pero para la historia del arte las posibilidades se expanden. Durante la pandemia “nos quedamos lejos de ellas y había una necesidad de entenderlas desde su materialidad y su capacidad de reproducción”.

En la conferencia inaugural, Fuentes documentales para el estudio del arte virreinal: de la paleografía en directo al escaneo documental, Gustavo Curiel, también del IIE, explicó que la utilización de dichas fuentes –por historiadores del arte novohispano de los primeros 60 años del siglo XX, su transcripción paleográfica y la íntegra ubicación de las informaciones que contienen los documentos y archivos– ha sido a cuentagotas, un tanto azarosa, sesgada y, sobre todo, fragmentaria.

En la historiografía de ese periodo se dejaron de lado las “valiosas y contundentes informaciones que resguardan los repositorios documentales”.

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