Ingeniería se revitaliza con cimientos sólidos

La Facultad amplificó su potencial con el programa de internacionalización

Foto. Erik Hubbard.
Foto. Erik Hubbard.

El dinamismo que define a la Facultad de Ingeniería (FI) se ha enfocado en concretar cambios esenciales a mediano y largo plazos, orientados a construir cimientos sólidos para edificar una entidad revitalizada, cuyas fortalezas le permitan hacer frente a los retos de las próximas décadas, afirmó su director, Carlos Agustín Escalante Sandoval.

En la presentación del tercer informe de actividades (2017) de la instancia, el secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí, destacó que en un año especial, en el que se celebraron 225 años de existencia de esa Facultad emblemática de la Universidad, están a la vista avances muy significativos.

La FI renueva su liderazgo y, al mismo tiempo, enfrenta el desafío de identificar cuáles son las áreas estratégicas y prioritarias para la formación de nuevos profesionales de la ingeniería en México, expuso en el Auditorio Javier Barros Sierra.

El secretario celebró que se avance en la acreditación internacional, pues eso no sólo facilita la movilidad académica o el ingreso a posgrados internacionales, sino que además refuerza la competitividad de los egresados.

Al continuar con su mensaje, el director consideró que en el último año de su gestión se requiere emprender actividades como reafirmar la calidad de 12 de los programas académicos mediante su acreditación en el marco Cacei (Consejo de Acreditación de la Enseñanza de la Ingeniería) 2018 en el contexto internacional, así como incrementar la oferta académica con la aprobación y puesta en marcha de las licenciaturas de Ingeniería Ambiental e Ingeniería Aeroespacial.

Igualmente, mantener el crecimiento de la tasa de permanencia, egreso y titulación, así como promover la movilidad y el intercambio académicos, además de la producción académica y la membresía en el Sistema Nacional de Investigadores, entre otras.

En un video se mostraron las actividades realizadas en el periodo. Con un enfoque primordialmente centrado en la calidad, en 2017 se atendió una matrícula de 14 mil 399 estudiantes: 12 mil 908 de licenciatura y mil 491 de posgrado (225 de especialización, 894 de maestría y 372 de doctorado).

Se otorgaron nueve mil 252 becas, logrando que el equivalente a dos de cada tres alumnos cuente con alguna. La incorporación de nuevos programas sirvió para superar 16.5 por ciento la cifra de 2016.

Incremento internacional

La Facultad amplifica su potencial en el programa de internacionalización: 129 tuvieron movilidad al extranjero, lo que incrementó 39 por ciento frente al año anterior. Asimismo, se dio la bienvenida a 127 estudiantes provenientes de 45 universidades de países como Alemania, Japón, Estados Unidos, Canadá, España y China, y de instituciones nacionales.

La comunidad obtuvo 290 premios y distinciones; en el extranjero logró 51 reconocimientos, como el primer lugar en el Petrobowl, por segunda ocasión consecutiva, que coloca a Ingeniería en la élite de las instituciones con más triunfos.

Se alcanzó, por segunda vez consecutiva, una nueva cifra histórica de mil 769 alumnos titulados, con lo cual se supera 54 por ciento la mejor cifra registrada en 2014. Es palpable la mejora en la eficiencia terminal, puesto que 58 por ciento de los de 2017 lo consiguió en 1.8 años después de la culminación de los créditos académicos. En el posgrado, 337 de maestría y los 102 de especialización muestran una condición de estabilidad respecto del año anterior, las 63 graduaciones en doctorado confirmaron un repunte de 37 por ciento en comparación con 2016.

Los 39 premios y distinciones otorgados a los académicos ponen en alto el nombre de la Facultad, como la beca a Juan Manuel Ávalos en el Centro de Defensa William J. Perry de Estados Unidos, y el nombramiento de José Alberto Ramírez en la vicepresidencia del Grupo Regional de América Latina y el Caribe de la Federación Internacional de Astronáutica.

En consideración al papel decisivo de la investigación en la práctica docente, 61 académicos forman parte del Sistema Nacional de Investigadores. En 122 proyectos participaron 101 académicos que corresponden a 40 del PAPIME, 61 del PAPIIT y 21 del Conacyt, lo cual significó un ingreso de 43.61 millones de pesos para la institución, con un incremento de 13.2 por ciento respecto de 2016.

Se registraron 455 productos científicos y tecnológicos, entre los que se cuentan la publicación de 244 artículos, 101 arbitrados e indizados que reflejan el valor de referencia más alto de los últimos tres años, al superar 14.7 por ciento la cifra del año anterior.

También se unificaron los sistemas de gestión de la calidad de los ocho laboratorios experimentales actualmente avalados, los cuales, junto con el Centro de Docencia, consiguieron su certificación de conformidad con la norma ISO 9001:2015.

Finalmente, se avanzó en la ampliación del Edificio J, que fortalece los espacios dedicados al aprendizaje, además de que se inauguró el laboratorio iOS Development, el tercero en su tipo en el país por su componente tecnológico.

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