Se utilizan en el riego de áreas verdes

Instala la UNAM humedales para tratamiento y reutilización del agua

Los primeros están ubicados en CCH Oriente y la ENCiT

Foto: Juan Antonio López.
A fin de ser más sustentable, la Universidad Nacional Autónoma de México ha empezado a instalar humedales en algunas de sus escuelas, en los que trata parte de sus aguas residuales para utilizarlas en el riego de las áreas verdes.

Los dos primeros se encuentran en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel Oriente y en la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra (ENCiT). Además, se realizan estudios técnicos para valorar si se implementan otros en las facultades de Química, y Ciencias Políticas y Sociales, señala el subdirector de Campus Sustentables, de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (CoUS), Alfonso de la Vega Rivera.

Estos sistemas cumplen también funciones educativas, de docencia e incluso de investigación, pues académicos y alumnos pueden conocer, por ejemplo, las ventajas que tienen sobre plantas de tratamiento de aguas residuales; estudiar la presencia de metales pesados en el líquido, la remoción de compuestos orgánicos emergentes, entre otros.

“Es muy importante que la Universidad Nacional desarrolle e impulse estas ecotecnias para después proponerlas al país. Tenemos la responsabilidad de enseñar que la relación con el medio ambiente puede ser diferente, especialmente ante la crisis ambiental que vivimos y que desde esta casa de estudios salgan propuestas de solución, de cambio”, asegura.

Ecotecnia

Un humedal es un sistema de tratamiento de agua residual donde gravas de diferentes tamaños, la biopelícula que se forma y las plantas transforman los contaminantes por medio de procesos fisicoquímicos y microbiológicos.

Posteriormente ese líquido pasa por un tren de tratamiento con plantas y algas que tienen la capacidad de limpiar la materia orgánica y algunos contaminantes.

“Hay humedales que pueden filtrar o tratar el agua con fines domésticos, los que estamos instalando en la Universidad tienen el objetivo de que el segundo uso del líquido sea para riego de las áreas verdes”, expone.

El Programa de Manejo, Uso y Reúso del Agua en la UNAM (PUMAGUA) realiza muestreos periódicos de la calidad del agua resultante, a fin de garantizar que ésta cumple con las normas oficiales.

De la Vega Rivera señala que el agua que se consume en CU proviene de tres pozos, independientes del Sistema Cutzamala y otros que surten a Ciudad de México, y es muy importante para la sustentabilidad del campus que la recarga de los mantos freáticos se realice con agua lo más limpia posible y libre de contaminantes. En CU el proceso de infiltración es favorecido por el suelo volcánico del Pedregal.

Además, prosigue, los humedales tienen un costo de mantenimiento más bajo que las plantas de tratamiento, pues gastan menos energía eléctrica, y al utilizar plantas y microorganismos generan menos impacto al medio ambiente.

Los sistemas instalados en escuelas de la UNAM utilizan bombas pequeñas –de medio caballo de fuerza– que se prenden y apagan de manera automatizada para recircular el agua, principalmente los fines de semana, por las noches y en los periodos vacacionales. Esto tiene el objetivo de que el humedal siga funcionando, aunque no haya población escolar. Esta es otra de sus ventajas, ya que amortigua que no se reciba agua residual durante algunas semanas.

“Los humedales instalados se utilizan para tratar orina proveniente de mingitorios donde el líquido se contamina con urea que tiene mucho nitrógeno. También se trata líquido de tarjas, con residuos orgánicos, a veces de comida e incluso grasa, pero son perfectamente tratables en un humedal”, expone.

A fines de 2019, en un proyecto en conjunto con la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México (SECTEI) y Grupo Multidisciplinario Integral (GMI), se instaló un humedal en el CCH Oriente, el cual recibe el agua de un módulo de baños, y tras ser tratada se utiliza para regar jardines y un espacio demostrativo de árboles y plantas ornamentales.

En tanto, el humedal de la ENCiT fue construido también con presupuesto de la SECTEI, la colaboración del Instituto de Geofísica y el GMI, y tiene capacidad para tratar 600 litros de agua diarios. Es un proyecto educativo que estará a cargo de los alumnos, y se espera que, en el mediano plazo, se analice el líquido tratado y se reutilice en el riego de áreas verdes y otros proyectos desarrollados por los alumnos.

De la Vega Rivera expuso que actualmente se buscan fondos para cofinanciar estas tecnologías entre la CoUS, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Institucional, y las entidades interesadas.

Los proyectos para las escuelas tienen un costo entre 300 y 600 mil pesos, dependiendo de sus materiales, diseño, tamaño y el uso que se le busque dar al agua tratada.

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