Javier Garciadiego: divulgar la historia, compromiso social

Un ciudadano que conoce la de su país es un mejor ciudadano, afirma el miembro de la Junta de Gobierno

Foto: archivo Gaceta UNAM.

El historiador Javier Garciadiego Dantan, integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM, recibirá el Premio Crónica 2020, que otorga el diario de igual nombre, en la categoría academia.

“Para mí es muy emocionante por lo que significa la palabra crónica para un historiador y porque dicho periódico lo instituyó en el año del bicentenario (2010) para estimular el conocimiento. Crónica es la descripción del tiempo. La historia implica una reflexión y la crónica es el registro de lo sucedido, no puede haber historia sin una crónica previa”, señaló el también presidente de la Academia Mexicana de la Historia e integrante de El Colegio Nacional.

Consideró que la divulgación de la historia es un compromiso social, y que un ciudadano que conoce la de su nación “es un mejor ciudadano, pues sabe los problemas que han pasado, calibra mejor, puede comparar con los políticos del presente y ejercerá su voto con mayor rigor e información. A través de la historia queremos al país, a la patria”.

Muchas revoluciones en una

Garciadiego describió a la Revolución Mexicana, a la que ha dedicado buena parte de su sobresaliente trayectoria académica, como un proceso complejo en cuya interpretación influyen las generaciones, la zona geográfica en donde vivimos y las variantes sociales e ideológicas.

“La Revolución Mexicana es muchas revoluciones en una. Por ejemplo, Madero buscaba básicamente democracia; Zapata, la recuperación de las tierras y de las formas políticas de las comunidades campesinas; Villa quería una revolución con participación popular y Carranza una con orden, con límites, acotada.”

Destacó que Obregón, y con él Calles y De la Huerta, buscaban el ascenso de la clase media, que ésta conquistara el poder y tuviera mejores ingresos.

“Cada personaje tuvo su aportación. Todo eso sumado nos permite acercarnos a la comprensión de la Revolución Mexicana”, remarcó.

Explicó que las revoluciones son complejas y por eso ha habido pocas en el mundo. Son movimientos multiclasistas que construyen un nuevo régimen y dan comienzo a una nueva etapa en la historia. “Todas se han gestado en épocas de autoritarismo y la mejor forma de evitar estallidos revolucionarios es cultivando la democracia”.

Alfonso Reyes, mexicano universal

Experto en el escritor y diplomático Alfonso Reyes, además de director de la Capilla Alfonsina, Garciadiego narró que el interés por ese autor procede de su profesor de la UNAM Gastón García Cantú, quien dirigió su tesis y a quien le debe su amor por la historia, su asiduidad con la lectura de Alfonso Reyes y un programa de radio que divulga la historia y heredó de su maestro. “Son tres pilares de mi vida”, resumió.

Es un escritor muy plural; salvo la novela, desarrolló todos los géneros (poesía, cuento, ensayo, textos académicos), lo hizo con gran elegancia y leyó literatura universal (griega, latina, española, francesa y más) en tiempos en que imperaba el nacionalismo mexicano. “Alfonso Reyes nos invitó a conservar el amor por México, pero también a acercarnos a otras literaturas. Es un mexicano universal que en tiempos de globalización nos da una gran lección”.

En otra de sus facetas, Garciadiego preside la Academia Mexicana de la Historia, institución de la que resaltó tres características: su arduo trabajo de difusión (dan hasta 80 conferencias al año), ser un lugar de confluencia donde socializan los expertos de su gremio de diferentes organismos, y mantenerse como una institución con legitimidad.

Miembro de El Colegio de México, el historiador galardonado agradece que en ambas instituciones pueda colaborar con la educación y la cultura de los mexicanos.

Garciadiego también es, desde 2013, integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM, a la que calificó como imprescindible para la gobernabilidad de la Universidad. “La Junta de Gobierno llegó con absoluta legitimidad porque está en la normatividad. Nos ayuda mucho al proceso de cicatrización, pues no se escinden las comunidades porque nos delegan la responsabilidad de la designación”, subrayó.

Dijo que en la Junta de Gobierno se busca gente con experiencia en dirección de instituciones académicas “que podamos hacer las designaciones y que sean aceptadas por las comunidades sin conflictos, pues éstas participan y externan sus puntos de vista”.

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