Jóvenes y espacio público: una dupla que se moldea mutuamente

Dos investigadoras universitarias buscan ahondar en este tema y afianzarlo de manera analítica.

¿Cómo se relacionan los jóvenes con el espacio público? A partir de esta pregunta, Marcela Meneses Reyes y Jahel López Guerrero, investigadoras del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) y del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), de la UNAM, respectivamente, inauguraron en 2015 una línea de investigación que busca ahondar en dicho tema y afianzarlo de manera analítica.

“Nuestro objetivo es darle un sustento académico y conceptual a la dupla jóvenes-espacio público, porque observamos que en los estudios sobre temáticas de juventud se aludía constantemente a la relación entre jóvenes y espacio público, pero sin problematizarla a profundidad”, dice Meneses Reyes.

Desde el punto de vista de la investigadora del IIS, la dupla jóvenes-espacio público implica, por un lado, que este último moldea y posibilita ciertas maneras de ser joven y de vivir la juventud en los espacios de pertenencia de los sujetos; y, por el otro, que también los jóvenes tienen una influencia importante en la creación, construcción y caracterización de los espacios públicos.

“Es una relación de influencia mutua: los jóvenes moldean el espacio público y el espacio público moldea a los jóvenes. A nosotras nos interesa ver, en investigaciones empíricas, cómo se materializa esta relación”, añade.

De acuerdo con Meneses Reyes, la relación jóvenes-espacio público es vista, por lo general, como lúdica, creativa y liberadora, como si los jóvenes construyeran espacio público sin mayores restricciones y siempre con una capacidad activa y propositiva.

“Sin embargo, en la realidad, el espacio público está delimitado y restringido por un conjunto de normas, usos y actores en interacción que en ocasiones puede llevar a que dicha relación adquiera un cariz violento.”

Indeseables

Cuando se habla de espacio público en este contexto, no se alude sólo a su concreción material en tanto espacio físico, sino en especial a un espacio abierto, plural, accesible para todos y gratuito.
“No es que un espacio en sí mismo sea definido como público, sino que, si cumple con las características anteriores, entonces sí se puede hablar de un espacio de uso común, de acceso común. Ahora bien, lo cierto es que no todo el mundo tiene el mismo acceso a todos los espacios públicos. Hay determinadas dimensiones de lo simbólico que posibilitan o limitan la presencia y la permanencia en ellos de los diferentes actores.”

Para respaldar esta aseveración, Meneses Reyes comenta que, antes de la remodelación de la Alameda Central de la Ciudad de México, realizada hace varios años, ella y López Guerrero trabajaron con jóvenes indígenas migrantes que cada domingo se reunían en ese lugar para convivir.

“Los hombres habían venido a la capital a trabajar como albañiles y las mujeres como trabajadoras domésticas, y el domingo, su día libre, acudían a la Alameda Central para encontrarse y hacerse presentes en la ciudad. Pero cuando comenzó la remodelación de ese espacio público, se volvieron indeseables. Nadie les prohibía estar en ese sitio, ni muchos menos, pero las dimensiones de lo simbólico, que incluían el hecho de que la rehabilitación de la Alameda Central evidentemente iba dirigida a otra clase social, los obligaron a replegarse y retirarse de ahí.”

Salvadores

En cuanto a las circunstancias actuales, en las que buena parte de la población ha permanecido confinada en su casa por la pandemia de Covid-19, la investigadora piensa que un porcentaje considerable de jóvenes ha jugado un papel de primer orden.
“Como hipótesis diría que muchos jóvenes no han podido ausentarse de las calles de las ciudades y resguardarse en su casa, porque no perciben un salario fijo, y si no trabajan, no comen. Es decir, este fenómeno está marcado por la condición de clase. Entre ellos hay repartidores de comida o de medicamentos, cocineros y cocineras, y bazareñas, despectivamente llamadas ‘nenis’, que venden productos por Internet y los entregan a domicilio o en diversos espacios públicos… Gracias a estos jóvenes de ambos sexos, quienes sí pudimos permanecer a salvo en casa hemos logrado salir adelante. En pocas palabras, la presencia a veces indeseable de los jóvenes en el espacio público nos salvó”, apunta.

Recuadros:

Seminario
En 2016, Meneses Reyes y López Guerrero llevaron a cabo, en el CEIICH, la primera edición del seminario “Jóvenes y espacio público”, con la participación de investigadores jóvenes, pero también de otros muy consolidados.

“Lo volvimos a organizar en 2017, 2018 y 2019 en el IIS. Luego lo tuvimos que suspender por obvias razones, pero estamos planeando reactivarlo. En esas cuatro ediciones nos acompañaron investigadores destacadísimos, tanto de México como de otros países, que nos ayudaron a darle un sustento más sólido a esta línea de investigación, pues abordaron otras dimensiones como el género, la edad y la clase. En lo empírico es fundamental ir desmenuzando nuestra aproximación con el cruce de estas dimensiones. No debemos pensar en los jóvenes en abstracto, sino tomar en cuenta a qué tipo de individuos concretos nos estamos refiriendo.”

Libro
En 2018, el IIS y el CEIICH publicaron el libro Jóvenes y espacio público, coordinado por Marcela Meneses Reyes y Jahel López Guerrero. Puede conseguirse en la librería del IIS o, bien, descargarse en formato PDF en la siguiente dirección electrónica: https://www.iis.unam.mx/jovenes-y-espacio-publico-2/

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