Jugadores de Pumas CU arman material de gimnasio propio

Quieren estar listos, bien entrenados, para cuando el equipo los requiera

Algunos jugadores de Pumas CU han construido con concreto las pesas que levantan en diferentes repeticiones durante el entrenamiento de las seis de la mañana, los miércoles, cuando la sesión de Zoom los reúne a todos, unos 80, quienes más allá de pensar en una temporada de Liga Mayor se enfocan en salir del confinamiento con una mejor versión de sí mismos para el resto de sus vidas.

“Hemos cambiado la perspectiva: nuestra motivación no está en la temporada, sino en avanzar cada día, ser una mejor versión de nosotros mismos y estar listos para cuando sea necesario, no sabemos si el próximo mes, a finales de año o en 2022, simplemente vamos a llegar bien”, afirma el entrenador en jefe, José Luis Canales Rivera.

Otros rellenaron los garrafones con agua o piedras, y aunque unos más pudieron hacerse de mancuernas, barras, discos y diferente material de gimnasio, el objetivo es el mismo: ganar hasta cuatro kilogramos de masa muscular durante el actual periodo de hipertrofia, que dura 10 semanas y significa el inicio de la preparación de la escuadra felina en el año.

“Estamos en los días más pesados. Es importante tener una sesión en la que nos juntemos todos porque así se logra que el grupo esté comprometido, algo que es difícil a la distancia; por eso estuvimos de acuerdo en que esta sesión se hiciera a las seis de la mañana, antes de que cada uno empiece con sus actividades”, comenta Alejandro Prado Zendejas, capitán de Pumas CU.

“Siempre hemos hecho algo más que la mayoría de las personas. En Ciudad Universitaria le dedicamos ocho horas al futbol americano y aparte llevamos de forma correcta escuela y familia. Todo esto te hace superarte porque te enseña valores como voluntad o esfuerzo”, añade el alumno de maestría en la Facultad de Contaduría y Administración.

Foto: DGDU.

Más allá de quedarse en la añoranza del gimnasio, los integrantes de este representativo de la UNAM compensan el peso que les falta cargar con el tipo de ejercicio: repeticiones lentas, movimientos bien marcados, y una serie tras otra a un ritmo vertiginoso en el cual hasta los descansos son activos durante una hora.

“Algo que no me ha quitado la pandemia es entrenar. Con lo que se tenga y como se pueda, hay que adecuarnos; para mí lo principal es sentirme bien con mi condición física, que los efectos del confinamiento no me afecten tanto mentalmente”, remarca Juan Carlos Ibarra Fierro, corredor auriazul y estudiante de la Facultad de Ingeniería.

Encabezado por José Luis Canales, el staff de coacheo guía a los jugadores durante las intensas jornadas, en las cuales se ejercitan 44 veteranos y 45 prospectos para quedarse en la lista definitiva, todos ellos apoyados por el psicólogo deportivo César Belmonte, quien también ingresa a las sesiones vía Zoom.

La médica Marcela Hernández y la fisioterapeuta Daniela Ramírez también están al pendiente de los jóvenes atletas y, si se requiere, se enlazan a distancia para consultas o asesoría en materia de rehabilitación. Además, a cada uno de ellos se les prescribió un plan de alimentación acorde con sus necesidades y se les apoya con proteínas.

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