La academia suma esfuerzos para incidir en temas de migración

Séptima conferencia de trabajo social México, Estados Unidos, Canadá y Centroamérica

Los especialistas deben diagnosticar las problemáticas en el nuevo contexto.
Inició la Séptima Conferencia Regional de Trabajo Social y Migración de México, Estados Unidos, Canadá y Centroamérica, que en esta ocasión se tituló “Éxodos y trayectorias migrantes: entre la ruptura y la (re) construcción”, organizada por la Red Nacional de Instituciones de Educación Superior en Trabajo Social, encabezada por la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, entidad sede de esta edición.

Al inaugurar la conferencia Carmen Casas Ratia, directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social, refirió que las labores de cooperación, alianza y desarrollo congregan a una comunidad de especialistas en trabajo social y migración, quienes analizan los diversos flujos a nivel internacional suscitados por diversos fenómenos sociales que obligan a repensar categorías, diagnósticos e intervenciones en torno a la ciudadanía, los derechos humanos, educación para la paz y una política social trasnacional que impacte en los procesos migratorios actuales.

La conferencia regional es realizada en colaboración con la Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humano de la Universidad Autónoma de Nuevo León, la Universidad Autónoma de Sinaloa, la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Coahuila, el Instituto Universitario de México Tapachula, la Universidad Autónoma de Yucatán, la Universidad de Texas Rio Grande Valley, la Universidad de Houston, la Facultad de Trabajo Social Loyola Universidad de Chicago, la Facultad de Trabajo Social de Calgary Canadá, la Universidad Autónoma de Honduras, la Universidad Dr. Andrés Bello del Salvador y la Red de Trabajo Social de Migración.

Actualmente nos situamos en un nuevo contexto con flujos migratorios mixtos. Existe un avance de los instrumentos, como la Declaración de los Ángeles que habla de nuevas narrativas de protección internacional, que deben ser revisadas con la participación de la sociedad civil mediante un proceso de integración comunitario para garantizar el impacto en las personas migrantes. Ante ello, el rol de las y los trabajadores sociales es central para diagnosticar las problemáticas en el nuevo contexto, así lo consideró Gerardo Talavera, director del Programa Casa Refugiados, México.

En el tema de migración, la sociedad civil ha sido la primera en afrontar algo que los Estados-nación no han atendido desde la responsabilidad de la solidaridad frente a las dinámicas de crisis económicas y de desigualdad. Al respecto, Talavera expresó la necesidad de una documentación profunda ante la ausencia de información: “Normalmente se habla de datos estimados, no hay una capacidad de abordaje integral. En el flujo migratorio de Centroamérica, se calculan al año tres millones de personas. Existe una dinámica compleja donde la voluntad política es prioritaria para hacer un acompañamiento humanitario” mencionó.

La migración es un fenómeno complejo que está en constante transformación y que no deja de presentar retos, así como de visibilizar las fallas del sistema imperante mundial, que cada vez expone más a las personas que se desplazan a una serie de injusticias y riesgos durante su tránsito, señaló Ana Luz Minero, del Instituto de Investigaciones Antropológicas, quien realiza una estancia posdoctoral en la ENTS.

La Organización Internacional para las Migraciones coloca a México en su último informe como el segundo país expulsor de migrantes, y a Estados Unidos como el primer receptor. Estima que en América Latina y el Caribe son 15 millones de personas las que están en condición de movilidad, entre los que se ha incrementado el número de mujeres, niñas, niños y adolescentes, señaló.

Por su parte, Sharon G. Borja, profesor asistente de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Houston, opinó que el panorama de la migración es cambiante: “vivimos y trabajamos en una región que está en constante cambio, por lo que los enfoques e intervenciones deben modificarse con colaboraciones inter y transdisciplinarias. Es necesario pasar del diagnóstico al desarrollo de intervenciones utilizando los datos disponibles”.

Los diversos contextos y situaciones de violencia a los que se encuentran expuestas las personas migrantes muchas veces derivan en afectaciones a la salud mental, refirió Isaac Torres, coordinador del Área de la Salud Mental del albergue CAFEMIN México.

Son muy pocas las personas en tránsito que logran abrirse y atender estas afectaciones, indicó Martha Virginia Jasso Oyervides, profesora investigadora de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Coahuila. Además, consideró que esta temática se debe atender desde lo individual y analizar la afectación en cada uno de los actores.

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