Curso para universitarios

La bioética, en apoyo a la Reserva Ecológica

Paulina Rivero, Silke Cram, Pedro Camarena y Octavio Rivero Serrano. Foto: Francisco Parra.
Paulina Rivero, Silke Cram, Pedro Camarena y Octavio Rivero Serrano. Foto: Francisco Parra.

Entre productos lávicos y basálticos de hace mil 600 años, cortesía de la erupción del Xitle, que en náhuatl significa ombliguito, la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (REPSA) representa no sólo 30 por ciento del campus, sino además un ecosistema único en el mundo que requiere ejercicio de conservación de toda la comunidad de la UNAM.

Por ello, el Programa Universitario de Bioética (PUB) y la misma REPSA unieron esfuerzos para emprender el Primer Curso Sustentabilidad en la Flora para trabajadores y personal universitario, el cual se realizó en las instalaciones del Centro de Ciencias de la Complejidad C3.

Paulina Rivero Weber, directora del PUB, dijo que este fue un taller para trabajadores de jardinería, en el que se les ofreció, por medio del conocimiento de especialistas, las bases necesarias para comprender qué implica tener una reserva ecológica.

“Además, se les capacitó para que sepan y conozcan algunas de las especies propias de esta zona, y al mismo tiempo reconozcan las que no son de este entorno. Con esto se pretende continuar hacia una mayor instrucción que desembocará inclusive en talleres prácticos, para que estén completamente instruidos en preservación”, indicó.

Para inaugurar el curso acudió el exrector Octavio Rivero Serrano, quien relató algunos antecedentes que dieron origen a la decisión de declarar el mencionado ecosistema como reserva ecológica durante su gestión.

Relató que periódicamente se reunía con el Colegio de Directores y los titulares del área de la Investigación Científica, a quienes les hizo ver, a sugerencia de una académica, convertir esta idea en una decisión de la Rectoría y así crear la ahora REPSA, el 3 de octubre de 1983.

“Creo que la idea ha sido estupenda. Me pongo a pensar si las autoridades hubieran hecho un esfuerzo como éste con el resto de la ciudad, estaría mucho mejor que ahora. Por lo menos este sector donde se ubica la Reserva contribuye a tener un ambiente más sano para la supervivencia no solamente de la propia región, sino incluso de los que habitamos en la zona”, apuntó.

Finalmente, Silke Cram Heydrich, secretaria ejecutiva de la REPSA, recordó que desde la declaratoria en 1983 aparece la palabra ética. “Muchos reconocemos la importancia que tiene la Reserva, pero hay una baja percepción de esto. Por ello, todos los universitarios tenemos que abordarla por el lado de la ética, para proteger este patrimonio; es una gran responsabilidad”.

La REPSA, concluyó, es un ecosistema que no hay en ningún otro lugar, eso nos debe dar la pauta para cuidarlo. Apuesto que cualquier universitario lo amará si lo conoce”.

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