El Aleph, festival artístico y científico

La complejidad interna del sujeto explorada por el arte

Ópera, danza, teatro, multimedia, música, literatura, cine e instalaciones

Anel Pérez, José Gordon, Alejandro Frank, Jorge Volpi y Juan Ayala. Foto: Francisco Parra.
Anel Pérez, José Gordon, Alejandro Frank, Jorge Volpi y Juan Ayala. Foto: Francisco Parra.

Aunque hace 90 años en “la candente mañana de febrero, Beatriz Viterbo murió, después de una imperiosa agonía”, El Aleph, cuento donde se incluye ese personaje, no sólo ha cumplido 70 años, sino también es uno de los motivos de El Aleph. Festival de Arte y Ciencia, que lleva el nombre de dicha publicación del escritor Jorge Luis Borges, organizado por Cultura UNAM, y el Centro de Ciencias de la Complejidad (C3).

La tercera edición de esta fiesta, El todo es más que las partes, que inició ayer 22 de mayo y concluirá el domingo 26, se puso en marcha con la conferencia magistral Microbioma: no Somos un Árbol, Somos un Bosque, dictada por Alejandro Frank, director del C3, en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, a unos metros donde el mismo Borges dialogó el 27 de agosto de 1981 con la comunidad universitaria en la Sala Carlos Chávez, y entonces dijo: “Cuando yo edito un libro me olvido de él: nunca he leído nada de lo que se escribe acerca de él, y he tenido cuidado en no releer mis propios libros”.

En la inauguración, Jorge Volpi, coordinador de Difusión Cultural, expuso que frente a la tendencia de querer separar en esferas distintas al arte, la ciencia y a las humanidades, la Universidad es el espacio natural para intentar unirlas.

En tanto Alejandro Frank, presentó una breve investigación, denominada “Dos Jorges y…un buey”, en la que mencionó que la frase “el Aleph es un punto del espacio que contiene todos los puntos”, alude al espacio; y que la misma palabra proviene del hebreo antiguo, la cual era representada por un buey. Finalmente refirió que el matemático George Cantor (1845-1918) indicó que la palabra se refiere a que “existen diferentes grados de infinito”.

En la apertura estuvieron Juan Ayala, director del Festival, y Anel Pérez, secretaria técnica de Vinculación de Cultura UNAM.

El festival cuenta con cinco ejes temáticos: Ecología y cambio climático; Redes biológicas y algoritmos de la naturaleza; Complejidad y mundo interno del sujeto; Redes, coherencia social y urbanismo, y Neurociencias.

Microbioma

En su conferencia, Frank explicó que el microbioma es un sistema que hay que entender por su vida propia, en relación con nuestro cuerpo. “Los microbios contienen genes y producen sustancias y simbiosis en una combinación de células, que no están separados del cuerpo humano. Hemos evolucionado juntos, no como pasajeros, los microbios son parte nuestra”.

Se refirió al ecosistema interior en el que habitan billones de microbios, descubierto hasta este siglo, cuyo estudio representa una revolución para la salud.

“El microbioma tiene efectos en patologías diversas, en el sistema inmunológico, la acumulación de grasa, la resistencia a patógenos y hasta nuestro pensamiento está influido por nuestros microbios.”

Ópera

A 28 años de su estreno en Bellas Artes, la ópera La hija de Rappaccini, de Daniel Catán, vuelve a montarse en México, ahora como uno de los platos fuertes del menú artístico de El Aleph que se desarrolla en distintos foros del Centro Cultural Universitario.

En este encuentro se trata de manera específica lo que son las ciencias de la complejidad y sus visiones interdisciplinarias para entender mejor el mundo en que vivimos. Uno de sus ejes temáticos es la complejidad y mundo interno del sujeto, en donde las diferentes expresiones artísticas tienen mucho que exponer sobre las acciones, motivaciones y contradicciones del ser humano.

Danza, teatro, multimedia, música, literatura, cine e instalaciones forman parte de las actividades.Toda la información está disponible en: http://culturaunam.mx/elaleph/.

190523-Cult1-f2-la-hija-de-Rappaccini
Ópera La hija de Rappaccini.
También podría gustarte