Con una pieza transgresora de cantos solemnes, recuerdan que la Conquista también fue sonora

La parroquia de Santiago Tlatelolco desde su consagración hasta su resonancia contemporánea

Parroquia de Santiago Tlatelolco. Foto: Juan Antonio López.

La construcción del Nuevo Mundo implicó también una conquista sonora, la cual ha sido insuficientemente analizada. Con esa premisa en mente, Sofía Carrillo impulsó, en calidad de coordinadora de Artes Visuales del Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT) y en el contexto de la conmemoración de los 500 años de la caída de Tenochtitlan, una exposición digital.

Se trata de 1610/3, el último de los proyectos curatoriales del ciclo Entre tres sobre el palimpsesto que es la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, que comenzó con 1968/3, para conmemorar el 50 aniversario de la masacre del 2 de octubre, y siguió con 1519/3, tomando como punto de partida el pasado prehispánico.

En esta nueva exhibición digital el objetivo es plantear tres diferentes aspectos de la parroquia de Santiago Tlatelolco, la cual fue consagrada en 1610: el primero es sobre su santo patrono, Santiago el Mayor, revisando su iconografía en el relieve de madera del siglo XVII del propio templo; la segunda examina la renovación moderna a la que fue sometida en la década de 1960 a cargo del arquitecto Ricardo de Robina y el artista Mathias Goeritz; y, por último, su resonancia contemporánea a través de una obra sonora comisionada a la artista multidisciplinaria mexicana Lorena Mal.

Miserere, proceso de Canto llano cuenca valle. Foto: CCUT.

Encuentro

“Desde 2019 estamos trabajando Lorena Mal y yo con un inmenso archivo vinculado a cuáles son las dimensiones sonoras del llamado encuentro entre civilizaciones, de la caída de Tenochtitlan y Tlatelolco”, comentó Carrillo en entrevista, al referirse en particular a la tercera parte de la muestra, titulada Canto llano cuenca valle.

Para comprender las implicaciones de este encuentro en clave sonoro, Carrillo y Mal solicitaron la asesoría de especialistas como Silvia Salgado, del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM, quien les facilitó algunos libros de coro franciscano del siglo XVI usados en el adoctrinamiento, insumo fundamental para la exposición.

De entre todos, se elige un texto sevillano de coro franciscano fechado en 1606, gradual: A Dominica III Quadragesimae ad Sabbatumpost Dominicam Passionis, del cual Lorena Mal seleccionó unos misereres para luego intervenirlos, lo cual devino en la pieza sonora Canto llano cuenca valle.

Las intervenciones a los misereres concebidas por Lorena Mal fueron presentadas a Elisa Schmelkes, fundadora de No coro, para que fuera su grupo de ensamble vocal el que las interpretara.

El resultado fue la transgresión de estos cantos solemnes. En primera, los misereres, históricamente cantados por hombres, ahora son interpretados por mujeres. “Luego, integramos y jugamos con la repetición de ciertas palabras como ‘conculcavit’, que quieren decir ‘písame’ o ‘domíname’, lo cual lo vuelve un poco tétrico, pero que revela que no todo es armónico en el sonido”.

En los próximos meses Lorena Mal lanzará nuevas obras que subvierten los coros franciscanos y que reforzarán la premisa de la Conquista sonora. Por ahora, la exhibición digital también aborda las tensiones existentes en torno a la concepción de lo divino para los cristianos y para los indígenas, pues mientras que para unos es inmaterial e inconcebible, para los otros resulta algo terrenal.

“Retomamos la tesis doctoral de Berenice Alcántara, investigadora de la UNAM, que analiza el único libro publicado por Fray Bernardino de Sahagún, que es de salmos, escrito en náhuatl aquí, en el Imperial Colegio de la Santa Cruz, en Santiago Tlatelolco, titulado Psalmodia Christiana”, contó Carrillo.

Y lo volvimos a tomar porque en este volumen se evidencia la tensión cuando, al referirse Fray Bernardino a lo divino, incluye elementos terrenales propios de la episteme indígena. “Lo que resulta interesante es que esta tensión se revela en un libro de salmos, es decir, de cantos. Es entonces que empezamos a observar cómo este mundo terrenal se empieza a filtrar a la ritualidad de este nuevo cristianismo indígena, donde la presencia de la voz es terreno de disputa y de encuentro”.

El producto generado fue una cápsula de video donde aparece el libro Psalmodia Christiana, sobre el cual se van colocando fotografías de aves y flores, “elementos terrenales” de los que hacen referencia los cantos.

El CCUT planea celebrar una serie de charlas, seminarios, sesiones de escucha, proyecciones de películas, sesiones de danza, visitas a la parroquia y demás actividades que mantendrán activo el proyecto por un año más. Los detalles se pueden consultar en el micrositio tlatelolco.unam.mx/tlatelolcoentretres/1610.html.

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