La danza es un canal para poner la voz de las mujeres

La danza es un canal para poner nuestra voz. “Tenemos muchas cosas que decir y aportar a partir de nuestra perspectiva y experiencia. Es muy importante que las mujeres seamos parte de ella y que cada vez se abran más espacios para la mujer, no sólo bailando, sino también en conversatorios, y que todo esto se vuelva una ‘masa’ entre nosotras. La mujer es un símbolo de poder. Me pone feliz que haya muchas involucradas en la danza”, señala Alexa Castillo Machuca.

Ser parte de la UNAM

La integrante de la segunda generación de la Compañía Juvenil de Danza Contemporánea de la UNAM (DAJU) es originaria de Guaymas, Sonora. En entrevista con Gaceta UNAM cuenta que desde los 11 años se acercó al mundo de esta disciplina por iniciativa de su mamá. Cursó la licenciatura de Artes Escénicas, con opción de danza contemporánea, en la Universidad de Sonora. Con apenas cuatro años la DAJU es un espacio para recién egresados bailarines donde tienen la oportunidad de investigar, crear y experimentar a través de la danza contemporánea.

Alexa recuerda que se encontraba desmotivada porque no había espacios para la danza en el periodo más crítico de la epidemia, así que cuando salió la convocatoria para la DAJU se interesó en participar y llevó a cabo todo el proceso, el cual fue vía remota. “Cuando fui seleccionada todo fue un supercambio, pero también muy positivo, porque es muy padre ser parte de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la DAJU. Aunque es una compañía relativamente nueva, somos la segunda generación, estoy muy agradecida por la oportunidad”.

En un contexto de violencia

Ante el panorama violento que vive nuestro país, y en el cual las mujeres, niñas y adolescentes han sido afectadas y lastimadas, ¿para qué sirve bailar? La joven intérprete considera que no sólo la danza, sino el mismo arte nos ayudan a sobrellevar la situación actual, como la violencia, porque todo influye. “Para mí es como un escape de lo que sucede afuera y al mismo tiempo para trabajar en ello”.

Más allá del entretenimiento

¿Cómo interesar a las personas en esta disciplina, más allá del entretenimiento? Alexa responde que “justo es algo que los bailarines queremos cambiar, es un proceso superlento. Si nos ponemos a mirar hacia atrás, estas compañías, como la DAJU, no estaban disponibles; eran como un sueño lejano porque hay pocas oportunidades en México para hacer danza, pero sí se puede. Es un cambio que podemos ir haciendo poco a poco. La danza es atractiva, aporta muchísimo y es necesaria, como el arte en la vida de las personas”.

En el futuro inmediato, Alexa tiene claro que quiere seguir bailando y crear su propia línea de investigación al lado de personas que le inspiren. El apoyo de su familia ha sido fundamental para dedicarse de lleno a esta disciplina, y “es suerte también”, explica, porque algunas familias no entienden el camino del arte y no respaldan el esfuerzo que hacen los jóvenes intérpretes, aunque las probabilidades sean pocas.

¿Qué les dirías a las interesadas?

“Que le echan muchas ganas. La satisfacción más grande de ser bailarín es bailar, no importa el contexto en el que estemos, siempre bailar es vital. Poco a poco se van a ir abriendo oportunidades para las niñas. En mi generación estamos pensando en las que vienen para tratar de abrir todas las puertas posibles, o intentar mejorar los espacios para ellas”.