La danza, un acto de resistencia: Leticia Alvarado

La bailarina coreógrafa, docente y compositora será galardonada por su prolífica trayectoria escénica

La bailarina, coreógrafa, docente y compositora Leticia Alvarado recibirá el Reconocimiento Danza UNAM 2021, por “su prolífica trayectoria escénica y maestría en la composición coreográfica en diálogo con otras artes como la literatura y la música, además de conversar con gran solvencia con otros elementos como iluminación, espacio, sustancialidad del gesto y la compleja geografía emocional del intérprete”, según informó la Coordinación de Difusión Cultural.

Este reconocimiento se otorga a través de una convocatoria abierta en la que diversas instituciones, organizaciones o individuos postulan a una figura trascendente para la danza. En esta ocasión el jurado estuvo conformado por Myrna de la Garza, Rodrigo Angoitia, Paula Villaurrutia y Mauricio Nava.

La galardonada formó parte del Ballet Nacional de México, en 1988 fundó la compañía En Movimiento y en 1994 creó la agrupación Tándem Compañía de Danza. Ha puesto en escena más de 60 obras y trabajado como coreógrafa en cine, teatro, comedia musical y ópera.

Leticia Alvarado mencionó en entrevista que este reconocimiento es para ella sumamente significativo en virtud de que proviene de su alma mater y lo considera un gran regalo ahora que su compañía está cerca de cumplir 30 años de trabajo constante e ininterrumpido. Igualmente por el hecho de que otras personalidades lo han recibido: Serafín Aponte en 2017, Manuel Hiram en 2018, Lourdes Lecona en 2019 y Jaime Blanc y Guillermo Maldonado en 2020.

Artista multidisciplinaria

Leticia Alvarado cuenta acerca de sus inicios como artista multidisciplinaria: “Desde niña tuve varias inclinaciones artísticas. Empecé desde pequeña con la música, después incursioné en el teatro y siempre me ha gustado bastante la literatura. Antes de encontrarme con la danza tenía un antecedente en estas otras artes, en cuanto me topé con ella, ya no me soltó. Es un arte bello, lleno de metáforas y de una expresión no verbal que puede decir a veces mucho más que la propia palabra. Hice una carrera de piano por nueve años. En Monterrey estudié con una maestra maravillosa, y luego de un tiempo me encontré con la danza. El conocimiento musical que traía conmigo me llevó a componer la música de algunas de mis coreografías, esto ocurrió sobre todo en la etapa de inicio de mi compañía de danza Tándem”.

“A los 17 años de edad bailé folklore y, posteriormente, estudié danza clásica en la Universidad Autónoma de Nuevo León, con los maestros María Eugenia Fuentes y Alejandro Ferré, y más adelante en la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey con René Gerardo y Angélica Kleen. La danza clásica fue una técnica que tomaba como complementaria, pues para ser bailarina de clásico hay que hacerlo desde niña, yo tenía ya 19 años y a la vez estudiaba danza contemporánea”.

“Cuando era adolescente tuve una etapa de lectora asidua, me bebía los libros. Entre los autores y artistas que más me marcaron, y que luego retomé en una etapa de madurez coreográfica, destaco a Sor Juana Inés de la Cruz, Tina Modotti, Frida Kahlo, Jean Genet y Julio Cortázar. Ahora estoy trabajando una obra sobre Juan Rulfo, está referida a su obra literaria y biografía, se llamará El dolor del aire”.

De la danza dijo que es un acto de resistencia, y ejemplificó: “Tener una compañía es como contar con una empresa –analogía que no acaba de gustarme. Es de esperarse que todos los participantes obtengan una retribución económica, lo que implica contar con el apoyo del Estado, ya que una compañía no es autosustentable, y en la actualidad lo es menos porque las artes en México pasan por una severa crisis desde que comenzó la pandemia”.

Será el 25 de febrero cuando Leticia Alvarado reciba el Reconocimiento Danza UNAM 2021 en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, donde también se dará una mención especial al bailarín y profesor Eduardo Ruiz por su legado como danzante tradicional, maestro de danza folklórica y su trabajo en la Benemérita Escuela Nacional de Maestros.

Foto: cortesía Leticia Alvarado.
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