Aporta una nueva valoración al problema distributivo
La economía feminista tiene en su centro la sostenibilidad de la vida
La economía es una disciplina históricamente desarrollada por hombres, la cual ha sido nutrida en la época actual por miradas de mujeres que han propuesto la llamada “economía feminista”, ésta pone en el centro del análisis la sostenibilidad de la vida, descentrando los mercados y aportando una nueva valoración de la cuestión distributiva, explicaron especialistas reunidas en la UNAM.
Desde la mirada femenina, el objetivo del funcionamiento económico no es la reproducción del capital, sino de la vida. La economía feminista tiene como una preocupación central la cuestión distributiva, afirmó Alicia Girón González, investigadora emérita del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) y coordinadora del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África (PUEAA), ambos de la UNAM.
Para ahondar en los aportes del feminismo a la ciencia económica, el IIEc de la UNAM y el Program on Gender Analysis in Economics de la Universidad Americana de Estados Unidos (con sede en Washington) organizaron el Primer Congreso Internacional Feminismo, mujeres y economía en América Latina y el Caribe, que se realizó los días 7 y 8 de agosto de manera híbrida.
En la conferencia inaugural, Girón González destacó que por primera vez México tendrá una mujer como presidenta de la República. “Si tenemos un gobierno feminista, se notará en el presupuesto público”, advirtió.
Girón González, autora del libro Economía de la vida. Feminismo, reproducción social y financiarización (editado en 2021 por la UNAM y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales), coloca en esa obra a las mujeres como el centro de la reproducción social, rompiendo brechas de género y las relaciones patriarcales establecidas a lo largo de la historia en diferentes culturas.
Para la investigadora emérita, el proceso de financiarización (que reduce el valor económico a un instrumento financiero) profundiza el vínculo entre la vida familiar y las diferentes formaciones sociales. Conjuga las relaciones de los mercados financieros, las crisis recurrentes y el impacto de la microeconomía.
“La economía feminista desempeña un papel esencial en el entrelazamiento existente entre las unidades familiares, las sociedades y la interconectividad con las políticas públicas y, al mismo tiempo, con los acontecimientos macroeconómicos dirigidos por el proceso de financiarización”, explicó.
Inauguración
Previamente, durante la inauguración realizada en la Sala José Luis Ceceña Gómez del IIEc y moderada por el secretario académico de esta entidad, José Manuel Márquez Estrada, Verónica Serafini Geoghegan, coordinadora de la Unidad de Economía Social del Ministerio de Hacienda en Paraguay, dijo que la economía feminista llegó para humanizar las ciencias económicas.
“Desde hace más de siete décadas debido a la ortodoxia se centraron en el equilibrio de los precios y el Producto Interno Bruto (PIB) como un indicador central, dejando de lado el bienestar y las desigualdades como ejes de la economía y de las políticas públicas”.
En tanto, Natalia Escobar Váquiro, académica de la Universidad Icesi Cali, de Colombia, sostuvo que la economía feminista es un campo muy fortalecido en América Latina, “donde desde hace 10 años comenzamos a hablar fuerte en las escuelas de economía, donde se burlaban de nosotras”, recordó.
Celebró las nuevas ideas y planteamientos de las investigadoras jóvenes que significan un relevo generacional. “Hasta ahora habíamos estado invisibilizadas en la economía, en los censos y en las encuestas, pero ahora aportamos una visión distinta, en la que son importantes, por ejemplo, los cuidados”, afirmó.