La escala de huracanes no necesariamente implica mayores daños

Ahora se cuenta con más herramientas para anticipar con mayor precisión en qué lugares puede presentarse un ciclón: Jorge Zavala

El director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC), Jorge Zavala Hidalgo, y Christian Domínguez Sarmiento, investigadora de esta entidad académica, consideraron que este año se espera una temporada de ciclones dentro del rango histórico promedio; sin embargo, comentaron que a consecuencia del cambio climático estos fenómenos tienden a ser más intensos.

Durante la conferencia de prensa: Temporada de huracanes 2023 en México, pronóstico y fenómenos asociados, Domínguez Sarmiento, especialista en hidroclimatología tropical, apuntó que lo anterior se prevé en función de la influencia del fenómeno de El Niño y otras condiciones climatológicas, como las temperaturas de la superficie del mar.

Indicó que, de acuerdo con la información disponible emitida por la Colorado State University y el Servicio Meteorológico Nacional, este año se esperan entre 16 y 22 ciclones tropicales en el Pacífico y entre 10 y 16 en el Atlántico, y al menos se podrían presentar dos huracanes muy intensos, de categoría tres a cinco.

Pronóstico reservado

Por su parte, Zavala Hidalgo señaló que el comportamiento de los ciclones “es de pronóstico reservado”, por lo que la población no debe confiarse, pues la cantidad de estos fenómenos no determina su peligrosidad ni cuántos pueden tocar tierra con relativa peligrosidad y afectar sustancialmente la vida de una región.

El número de ciclones en una cuenca no se correlaciona con el de impactos. Entonces, no necesariamente que haya más ciclones implica que llegarán más a tierra, puntualizó.

El director del ICAyCC consideró que como resultado del cambio climático se observa que los huracanes tienden a ser más intensos, y aun cuando se presenta un número similar de ciclones tropicales, se registran con mayor intensidad, incluso las precipitaciones están aumentando hasta en 15 %.

Destacó que en los últimos años se han realizado esfuerzos para ser específicos respeto a cuáles serán los impactos de un ciclón en una determinada región, por lo que se debe tener claro que la categoría no necesariamente implica mayor daño.

Asimismo, subrayó que ante la llegada de la temporada lo mejor es estar preparados. Ahora se cuenta con más herramientas para anticipar con mayor precisión en qué lugares puede presentarse un ciclón.

“Es muy importante hacer llegar la información bien fundamentada de instituciones oficiales y tener mucho cuidado de no propagar aquella que sea falsa o rumores amarillistas. Tenemos una estructura y autoridades responsables como las actuales de Protección Civil y los gobiernos locales y municipales en última instancia.”

Jorge Zavala comentó que, desde hace 15 años, el ICAyCC ha desarrollado sistemas de pronóstico numérico regional, centrados en generar productos útiles para los distintos sectores en nuestro país; se usan para capacitar estudiantes, transferir información y generar sistemas de alerta para distintas instituciones gubernamentales como el propio Servicio Meteorológico Nacional, el Centro Nacional de Prevención de Desastres y Petróleos Mexicanos.

Entre los productos generados por el Instituto destacan: mapas con variables meteorológicas, alertas sobre precipitaciones y vientos máximos en caso de huracanes, así como un atlas meteorológico del golfo de México para plantear escenarios de derrames de hidrocarburos.

Christian Domínguez dio a conocer algunas recomendaciones generales para antes, durante y después de que ocurra un ciclón tropical: reparar techos, ventanas y paredes; desconectar artículos electrónicos; cerrar llaves de paso de agua y de gas; mantenerse alejados de puertas y ventanas; escuchar la radio para estar informados; identificar albergues y tener a la mano documentos importantes. Una vez que pasó, hay que mantenerse en el refugio, evitar áreas de desastre y no tocar cables eléctricos.

Clasificación

Cabe recordar que un ciclón tropical es un sistema de baja presión en superficie con un patrón organizado de nubes, cuyos vientos rotan alrededor de su centro en sentido contrario a las manecillas del reloj. Se origina sobre aguas muy cálidas tropicales (o subtropicales), y está asociado a una perturbación preexistente y a una verticidad en la atmósfera baja.

En la escala Saffir-Simpson los ciclones se clasifican de la siguiente manera:

  • Depresión tropical: vientos máximos sostenidos de 33 nudos (63 km/h) o menos.
  • Tormenta tropical: vientos máximos sostenidos de 34 a 63 nudos (64 km/h – 118 km/h).
  • Huracán: vientos máximos sostenidos de 64 a 95 nudos (119 km/h – 177 km/h).
  • Huracanes “mayores” o muy destructivos: vientos máximos sostenidos de 96 a 137 nudos (178 km/h – 252 km/h).
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