La experiencia virtual no compite con la presencial en museos y bibliotecas

Las versiones en línea se han convertido en una necesidad urgente y real para museos, bibliotecas y archivos históricos, comenta el investigador Juan Voutssás Márquez, del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información.

La pandemia del coronavirus nos ha dejado varias lecciones: Una de ellas en materia cultural, es que operar constantemente en línea se ha convertido en una necesidad urgente y real para museos, bibliotecas y archivos históricos, como complemento de cualquier actividad presencial.

El doctor Juan Voutssás Márquez, investigador del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información es contundente al respecto y no deja lugar a dudas: “La contingencia sanitaria nos enseñó que las versiones en línea consideradas opcionales y hasta un lujo quizás, ahora se vuelven una necesidad imperiosa para el funcionamiento completo de museos, bibliotecas nacionales y archivos históricos”.

Estas instituciones tuvieron que cerrar sus puertas por un período muy largo, el nuevo contexto obligó a repensar los modos de funcionar y puso sobre la mesa la necesidad de emigrar hacia permanentes versiones en línea de forma rápida y expedita. En ese sentido bibliotecas, archivos y museos, debieron ampliar la oferta hacia el mundo digital y brindar sus servicios en sintonía con la tecnología. Así, quienes resultaron más avezados en estas cuestiones, lograron defenderse mejor y mantenerse a la vanguardia otorgando a sus visitantes virtuales cierta sensación de “normalidad”.

La digitalización, un proceso complejo con reglas propias

El proceso de digitalización en bibliotecas nacionales, archivos históricos y museos, forzosamente exige una selección exhaustiva del material, antes de llevarse a cabo. “No todo se digitaliza porque será un trabajo estéril”, afirma el Doctor en Bibliotecología y Estudios de la Información. Muchas instituciones establecieron criterios de selección para digitalización de colecciones de todo tipo: periodísticas, de arte, de libros, de imágenes, de fondos antiguos, de partituras, de fotografías, de música, etc.

Una de las premisas indispensables para digitalizar, consiste en elaborar un plan de selección incluyendo y descartando material, también es fundamental el orden de prioridad que quien digitaliza le otorga a la información seleccionada. De acuerdo al rubro del que se trate, es importante tomar en cuenta diversos aspectos a la hora de digitalizar material: Qué tan relevante es para cierto público, cuestiones legales vinculadas a derechos de autor, interés público de la información y no duplicar datos, entre otros. El investigador destaca la importancia de no olvidar las normas en el proceso de digitalización: Normas de calidad, normas estéticas y normas técnicas aplicadas al material, para garantizar su efectividad y permanencia a lo largo del tiempo.

Operar en línea, un negocio rentable para bibliotecas, archivos y museos

En estos tiempos marcados por el encierro, quedó demostrado que la mayoría de las revistas académicas o de divulgación científica por ejemplo, cuya versión en papel ya no existe y ofrecen su contenido únicamente en línea, han incrementado sus ventas y suscripciones en forma significativa. El experto en Bibliotecología asegura: “El hecho de que una revista ofrezca una versión en línea y otra en papel, sólo cambió la preferencia de cómo la quiero pero no disminuyó la demanda ni el mercado”.

¿Cómo acceder para consultar un archivo histórico?

El especialista en Estudios de la Información, explica que los archivos históricos tienen sus requisitos muy bien definidos de antemano. Ciertos materiales sólo son asequibles para investigadores, quienes deben comprobar su rol y demostrar porqué les interesa acceder a determinada información. En bibliotecas especializadas por ejemplo, el visitante debe presentar su credencial de usuario y registrarse para poder disponer de lo que solicita revisar. Mientras tanto hay materiales de acceso público, sólo se requiere una identificación oficial para poder consultarlos. Aclara que el acceso a los archivos digitales, en general tiene menos restricciones que acceder al mismo material en papel o microfilmado.

Las dos caras de una misma moneda

El doctor Juan Voutssás considera que la versión virtual de un museo o de una biblioteca nacional no reemplaza la visita presencial, al contrario, la potencia y la complementa. A su criterio es importante entender que una versión digital bien hecha de un archivo histórico o de una galería enriquece la demanda de la institución, no le estorba ni le quita relevancia, ya no es posible concebir una opción sin la otra. El investigador es categórico en ese sentido: “Hay un nicho para cada cosa, habrá personas que seguirán eligiendo visitar presencialmente un museo, sin embargo habiendo regresado a la normalidad, otras preferirán verlo virtualmente desde la comodidad de su casa”.

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