La humanidad se encuentra a cien segundos del final

Aún impreparada para manejar armas nucleares, clima y emergencias globales como la Covid-19: Jans Fromow, especialista de la Facultad de Medicina

La pandemia por la Covid-19 ha sido una llamada de atención para todos los gobiernos del planeta, revelando que la humanidad no está preparada para manejar las armas nucleares y el cambio climático, consideró Jans Fromow Guerra, experto de la Facultad de Medicina.

Por eso, el llamado reloj del fin del mundo se mantiene a cien segundos de la media noche, reveló el pasado 27 de enero el comité de miembros del Boletín de Científicos Atómicos, en el que participan 13 ganadores del Premio Nobel.

El también miembro de la organización Médicos Internacionales para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW, por sus siglas en inglés) detalló que esto es una mala noticia porque implica que durante todo 2020, pese a la pandemia, se mantuvo el desarrollo de mecanismos de envío de armas nucleares y misiles de todo tipo.

Como ejemplo, el consejero universitario por el Posgrado de Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud en la UNAM recordó que recientemente Inglaterra comenzó la modernización de su sistema Trident, que tiene con los Estados Unidos, para el manejo, detonación o envío de sus armas nucleares.

La hora del reloj del fin del mundo o del juicio final es definida por los miembros del Boletín de Científicos Atómicos, creado en 1945 por Albert Einstein y los expertos que ayudaron al desarrollo de la primera bomba atómica, en el Proyecto Manhattan.

Dos años después, determinaron el reloj del juicio final, utilizando el imaginario del apocalipsis (la media noche) y el idioma contemporáneo de una explosión nuclear (conteo regresivo a cero) para reflejar el conjunto de riesgos que enfrentan la humanidad y el planeta.

Desde entonces, agregó Fromow Guerra, el reloj se ha convertido en un indicador universalmente reconocido de la vulnerabilidad del mundo a la catástrofe causada por las armas nucleares, el cambio climático y las tecnologías disruptivas, entre otros problemas.

“Todos los países del club nuclear sostienen un esfuerzo de modernización de los sistemas de envío de las armas, tanto Estados Unidos como Rusia, que poseen 90 por ciento de ellas”, precisó.

Hoy en día, agregó, hay unas 14 mil armas nucleares, la gran mayoría en estado de alerta, es decir, con la capacidad de ser explotadas en cuestión de minutos. La manera como se envía la cabeza nuclear, que es la que detona, está montada en diferentes tipos de misiles, que pueden ser de corto alcance o balísticos intercontinentales, además de en bases terrestres fijas, móviles o ubicadas en el mar.

“Estados Unidos y Rusia han ido perfeccionando su arsenal con capacidades supersónicas que hacen más difícil hasta una intercepción del arma nuclear. Esto genera, además, mecanismos de contrataque que viajan a nivel del espacio, lo que significa la militarización del mismo”, destacó el ganador del Premio Bienal Oftalmología 2012.

Llamada de atención.

Impacto de la Covid

Desde finales de 2019, la humanidad enfrenta la pandemia de la Covid-19 que en 2020 cobró la vida de 1.7 millones de personas y enfermó al menos a 70 millones más, mostrando lo poco preparadas y dispuestas que están las naciones y el sistema internacional para manejar las emergencias globales.

A través de su sitio de Internet, el Boletín de Científicos Atómicos precisa que en esta época los gobiernos renunciaron con demasiada frecuencia a su responsabilidad, ignoraron los consejos científicos, no cooperaron ni se comunicaron de manera eficaz y, en consecuencia, no protegieron la salud y el bienestar de sus ciudadanos.

“Si vemos la disrupción terrible en salud en todo el mundo, por lo que ha afectado los sistemas económicos, las pérdidas de trabajo, por el número de pobres que se generarán y todo esto que es terrible, no es ni la mínima parte de lo que ocurriría por el uso de armas nucleares en su etapa más pequeña”, reflexionó Fromow Guerra.

El actual consejero internacional del IPPNW mencionó que en caso de un conflicto entre India y Paquistán, que usaran sólo 50 por ciento de las armas nucleares que poseen (equivalente a menos de uno por ciento de las que hay en el orbe) sería suficiente para que, independientemente de otras situaciones, el número de muertos fuera de unos 20 millones de personas.

El daño al medio ambiente por incendios y el hollín que subiría a la atmósfera reduciendo la luz de Sol, llevaría a un enfriamiento drástico de 1.5 grados Celsius, poniendo en alto riesgo toda la producción de alimentos, especialmente de granos.

Adicionalmente, en ese escenario, se calcula que en los primeros 20 años de este supuesto morirían dos mil millones de personas debido al hambre. Para dimensionar el problema, el médico oftalmólogo recordó que la actual crisis climática se debe a que, en los últimos 120 años, la temperatura ha aumentado 1 grado Celsius.

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