La igualdad de saberes, idea seductora pero con la cual hay que tener cuidado

La idea de que las instituciones públicas deben valorar por igual los saberes de una comunidad ancestral y el conocimiento científico es muy seductora, pero no necesariamente adecuada, afirmó el investigador de la Estación Noroeste de Investigación y Docencia (ENID) del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), Enrique Camacho Beltrán.

“La propia idea de igualdad es muy tentadora; pero una cosa es valorar la historia cultural de un pueblo –el contenido de esa cultura–, y otra evaluar un tipo de desarrollo cultural, como lo es el conocimiento científico, que es una pequeña parte de otras culturas. No se pueden evaluar por igual distintos saberes”, dijo al ofrecer la charla Ética en la Investigación Científica, en el Ciclo de Conferencias La UNAM en Baja California.

En el evento efectuado de manera híbrida, el doctor en Filosofía expuso que algunos segmentos de la sociedad científica “coquetean” con la idea de la igualdad de saberes, pero se debe tener cuidado con ella. El conocimiento científico salva vidas, reduce conflictos y no todos los saberes tienen esa función en la sociedad, alertó.

El especialista en Ética aplicada a problemas de principios constitucionales relacionados con la no discriminación y la no corrupción explicó que la ética son las reglas con las cuales decidimos qué es correcto o incorrecto, permisible o no. Y todo el proceso científico descansa en ésta: desde que se decide qué investigar, cómo es llevada la indagación, las referencias que se utilizan, cómo son tratados los participantes, las fuentes de financiamiento, etcétera.

La ética en la investigación, insistió, son las directrices que deben regir el proceso para garantizar que se respete la integridad física y el bienestar de los involucrados. Asegura que los estudios se realicen de manera justa, transparente y respetuosa hacia las personas, animales y el medio ambiente.

Camacho Beltrán también recordó que como parte de la ética los investigadores no deben plagiar, fabricar datos o hacer trampa; deben tener honestidad intelectual; respetar la propiedad intelectual de otros individuos y anunciar los conflictos de interés.

Indicó que de acuerdo con el Foro Económico Mundial los principios de la investigación ética son: fortalecer la cooperación global, fomentar paz y seguridad, reglobalizar la igualdad, promover la igualdad de género, potenciar la cooperación pública y privada, y aumentar la resiliencia global.

Añadió que al investigar se debe responder a ciertos principios, como el respeto a la autonomía de las personas y que haya un consentimiento informado; que los riesgos no sobrepasen a los beneficios, que se busque la justicia, la equidad y se mantenga la dignidad, seguridad, privacidad, bienestar de los involucrados, particularmente de los más vulnerables.

Entre los diversos retos que hay en la investigación enumeró el crear comités de ética como grupos interdisciplinarios que aseguren el cumplimiento de estándares éticos. También, que se brinde cuidado responsable a los animales, se remplace y/o reduzca su uso; y que se de crédito a los estudiantes que apoyan en los estudios.

Finalmente, señaló que la ética desempeña un papel muy importante ante dilemas contemporáneos como son la investigación con animales; en temas de biotecnología y genética relacionados con la edición genética y las implicaciones de modificar el genoma humano; la inteligencia artificial, el uso de datos y su privacidad, así como en la creación de sistemas autónomos. Asimismo, respecto a la rapidez en la creación de vacunas y los desafíos relacionados con los ensayos clínicos, en tiempos de pandemia.