La invención de la nación y sus imaginarios

Conmemoraciones de 1921. Celebración para el pueblo y por una cultura para el pueblo, ponencia de Alicia Azuela

Álvaro Obregón en la Exposición de Arte Popular.
Las fiestas del Centenario de la Consumación de la Independencia de México en 1921, encabezadas por el entonces presidente de la República, general Álvaro Obregón, son un momento clave de nuestra historia. El episodio marca el inicio de la posrevolución y la codificación estética del espíritu de la nación.

“Se trata de un caso paradigmático de la conformación del imaginario cívico que forja la identidad colectiva y abona al ejercicio de la gobernabilidad. Es una muestra de la relación entre los campos del poder político y el cultural, que permite analizar el papel de la élite ilustrada en la invención de la nación y sus imaginarios”, así lo expresó Alicia Azuela, integrante del Seminario de Investigación sobre Historia y Memoria Nacionales (SIHMN).

La historiadora del arte ofreció la ponencia Conmemoraciones de 1921. Celebración para el pueblo y por una cultura para el pueblo, en el marco del Primer Encuentro de Seminarios Universitarios: “Una visión hacia el futuro”, organizado por la Secretaría de Desarrollo Institucional (SDI) de la UNAM.

Fuerza regenerativa

En el momento en que iniciaba el régimen del general Obregón y se generaba un nuevo orden político, las humanidades, las artes y las ciencias eran consideradas como una fuerza regenerativa, una vía de evolución de la humanidad. Predominaban, asimismo, las ideas éticas y estéticas del Ateneo de la Juventud. En ese contexto, “la minoría ilustrada se concibe a sí misma como una élite dilecta, con un compromiso civilista y educador”, explicó.

Dentro de esa dinámica particular del campo artístico y cultural, existe un creciente compromiso e involucración de los creadores con la realidad social. De allí su entusiasmo de sumarse a los festejos de la Consumación de la Independencia. “Hay una respuesta de los artistas plásticos en este esfuerzo gubernamental de organizar las celebraciones. Se consideraron afines con la intención de hacer una celebración para el pueblo y del pueblo”, consideró.

El trabajo de investigación de Alicia Azuela en el SIHMN está orientado al estudio de la relación del arte con el de la política en el contexto de las celebraciones de los centenarios de 1910 y 1921, así como con la conformación del Estado moderno mexicano.

Bajo esa lupa, Alicia Azuela analizó las características de las imágenes y escenarios de la celebración que diseñaron los artistas plásticos. “Se dieron a la búsqueda de representaciones originales y de actualidad, inspiradas en las tradiciones locales y en el arte popular. Y como en el resto de Iberoamérica, se inspiraron en el legado indígena prehispánico y actual, en el que ven la esencia mestiza, cultural y racial”.

Los motivos decorativos diseñados para las fiestas tienen un trasfondo de creencias y de compromisos afines al carácter social; de tal suerte que no fueron adornos o tendencias estilísticas de moda, sino que tuvieron el objetivo del engrandecimiento y unificación nacional, abundó.

Origen visual

La también integrante del Instituto de Investigaciones Estéticas se preguntó en su exposición: ¿cuál es el origen visual de toda esta parafernalia? Aseveró que fue el método de dibujo del pintor, coreógrafo y profesor de arte Adolfo Best Maugard, quien de 1921 a 1924 fue jefe del Departamento de Educación Artística de la recién creada Secretaría de Educación Pública.

“Se trata de un lenguaje pictográfico –señaló Azuela– derivado del sistema lingüístico de interacción clasificatoria creado por Franz Boas, en el que se hace un análisis estratigráfico y de elementos tomados del arte prehispánico y del popular, para de allí derivar, identificar y crear una gramática que contenga la esencia auténtica del pueblo mexicano.”

El método tuvo como finalidad, de manera sistemática, codificar el espíritu nacional para enseñarlo a los niños de México. En ese sentido, fue parte de los planes de estudio de educación básica a principio de los años 20 del siglo pasado.

Para concluir, Alicia Azuela señaló la importancia que tuvo la relación entre el poder gubernamental y la élite ilustrada que se apreció muy claramente en la conmemoración por la Consumación de la Independencia de México.

“Hubo una coincidencia de intereses por llevar la cultura al pueblo y eso permitió, por un lado, construir una imagen de nación que contribuye a la gobernabilidad; pero también a dar sentido a la labor de la República de las letras”.

Escenografía con motivos del método Best Maugard. Fotos: cortesía del SIHMN.
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