En México, también generados por tareas agrícolas

La mayoría de los incendios, provocados por actividades ilícitas

La temporada fuerte se presenta principalmente de enero a junio; los eventos en áreas urbanas son atendidos por protección civil

Puntos de calor, detectados en imágenes satelitales. Fotos: Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra.

La gran mayoría de los incendios en México son provocados por el ser humano. Cuatro de cada 10 son generados intencionalmente por actividades ilícitas, 17.17 por actividades agrícolas, 12.09 por ciento por causas desconocidas, y poco más de cinco por ciento debido a fogatas, según información de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

A decir de esta misma comisión, los incendios forestales ocurren durante todo el año, sin embargo, la temporada fuerte para la región Centro, Norte, Noreste, Sur y Sureste del país se presenta principalmente de enero a junio.

Factores sociales

Para el doctor Christoph Neger, investigador del Instituto de Geografía, y quien se ha centrado en los factores sociales asociados a las conflagraciones, “en los últimos años ha habido un aumento de incendios intencionales, donde no es un accidente ni por negligencia, sino que alguien causa un incendio a propósito para poder hacer un cambio de uso de suelo, por ejemplo, para desarrollos inmobiliarios, ampliar la frontera agrícola, e incluso para la siembra de sustancias ilícitas. Puede ser simplemente un acto de vandalismo o puede ser por algún tipo de conflicto. Puede ser un problema de la debilidad del Estado de derecho. En general casi nunca se sabe exactamente la causa del incendio porque es muy difícil determinarla, pero es importante vigilar que se cumple la Ley General de Desarrollo Forestal, que estipula que en un terreno que se quemó no puede cambiarse el uso del suelo por 20 años. Si esto se aplicara, no habría motivación de quemar esos terrenos. Sin embargo, la falta de vigilancia, de monitoreo por las autoridades competentes, es que se da ese cambio de uso de suelo en terrenos en los que hubo un incendio forestal”.

Aunque cada año se hacen campañas de prevención para evitar incendios no controlados, el número de estos sigue siendo un problema; sin embargo, los incendios accidentales no son la mayoría, y para el doctor Neger, los incendios provocados por ejemplo por fumadores, han ido a la baja. “Lo ilícito es lo complejo. Muchas veces es muy difícil identificar quién causó un incendio, sobre todo si fue simplemente un acto de vandalismo, pero lo más importante es que haya presencia de brigadas contra incendios que estén por ahí y sobre todo, un trabajo también de empoderar a las autoridades locales, los agentes municipales, las comisarías, para que ellos, con respaldo de su propia comunidad, tengan ese control sobre su territorio, y tengan también el respaldo de otras autoridades; que puedan estar pendientes de sus propias áreas. Existe ese interés, pero en muchas ocasiones no tienen el respaldo institucional o las herramientas para estar al pendiente de esto”.

El avance del fuego, fotógrafa Marcela Urmeneta Gil de Partearroyo. Mención Honorífica del concurso de fotografía visión forestal y centinelas del tiempo, categoría Acciones Forestales.

Aumento anual

Para la doctora Lilia Manzo, académica del Instituto de Geografía, las condiciones metereológicas influyen en el aumento anual de los incendios “las estadísticas reportan los estados que presentaron mayor número de eventos, superficie y vegetación afectada para cada estado. Los incrementos y decrementos de los incendios generalmente están asociados a las condiciones meteorológicas.

Por ejemplo, en este año se pronostica que las temperaturas van a ser un poco más altas y las precipitaciones un poco más bajas debido a los fenómenos meteorológicos El Niño o La Niña. Ya a principios de marzo, e incluso a finales de febrero se han identificado muchos incendios forestales. A través de los medios de comunicación nos llegan las noticias de éstos y de cómo las brigadas se organizan, los atacan, los controlan y efectivamente, a veces decimos los que tienen la culpa son los que realizan las quemas agropecuarias. Sin embargo, a través de un estudio más detallado, nos hemos dado cuenta que las quemas agropecuarias, por lo menos en Chiapas, en el sureste, están organizadas, están planeadas, tienen sus calendarios de quemas. Lamentablemente a veces el viento desempeña un papel importante, al igual que la sequía y las altas temperaturas. En ocasiones la vulnerabilidad de la vegetación ante un poco de fuego que se escape, puede generar un gran incendio”.

Aporte de la UNAM

La doctora Lilia Manzo trabaja en el Laboratorio de Análisis Espacial del Instituto de Geografía y desde hace algunos años “me he dedicado a hacer la detección de los incendios activos, denominados comúnmente puntos de calor, porque la detección se hace en las imágenes satelitales, los cuales se detectan como un punto que emite mucho calor. Esta detección se hace con diferentes imágenes de satélite. Las más comunes y actualmente son los puntos de calor detectados por las imágenes Terra/Aqua MODIS y S-NPP VIIRS. Recientemente en el Instituto también se detectan con imágenes GOES-16/ABI que son muy útiles porque nos permiten ver la recurrencia en los puntos de calor cada 10 minutos.

Los puntos de calor no solamente los detecta el Instituto de Geografía, sino también la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), y esa información se envía a las diferentes dependencias que se encargan precisamente de combatir los incendios, como sería la Conafor y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, que organizan todas sus brigadas a nivel federal, estatal, municipal, para atender todas estas emergencias.

Datos de órbita geoestacionaria y polar

Por su parte, el maestro Victor Jiménez, Técnico Académico del Instituto de Geografía, trabaja en el procesamiento y distribución de imágenes satélitales recibidas en el Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra que se encuentra en el Instituto de Geografía, donde se reciben diferentes tipos de datos satelitales de órbita geoestacionaria y polar “Para el tema de incendios tenemos dos productos muy útiles que es la detección de puntos de calor y la profundidad óptica de los aerosoles, los cuales se calculan con las imágenes de los sensores VIIRS y MODIS que van abordo de los satélites Suomi-NPP, NOAA-20, Terra y Aqua. Con esto podemos hacer detección de los incendios activos y las plumas de humo que derivaban de la combustión vegetal con una resolución espacial de 375 metros, 750 metros o un kilómetro.

El doctor Christoph Neger labora en las cuestiones sociales ligadas a los incendios “en México es muy complejo hablar del tema de manera generalizada porque en cada estado, en cada región las causas son distintas. En el sur del país y sobre todo en el sureste, una de las causas principales es la cacería. En otras partes del país, como el norte, prácticamente no existe. Lo que sí es algo bastante generalizado es el aumento de los incendios intencionales. En algunas zonas estamos observando que en el tema de las quemas agrícolas, muchos campesinos tienen conocimientos, ya sea de manera tradicional o por todo el trabajo de prevención cultural. Sí estamos viendo en muchas zonas que hay disminución por estos incendios causados por quemas agrícolas, pero hay aumento por los incendios intencionales”.

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