La medicina, bajo amenaza de quienes la consideran negocio

El exrector Octavio Rivero Serrano señaló que es importante considerar que los adelantos tecnológicos no tienen que modificar la relación fundamental médico-paciente

Octavio Rivero Serrano. Foto: Fernando Velázquez.

El paradigma de la medicina se ha modificado de forma importante. México se ha defendido para conservar la tradición de la medicina como una profesión, “pero estamos siempre bajo la amenaza de los grupos que la consideran un negocio más”, afirmó el exrector Octavio Rivero Serrano.

Esa disciplina, por supuesto, ha tenido cambios positivos, como la aplicación de la tecnología que muchas veces ha modificado el diagnóstico y el tratamiento, “pero es importante considerar que esos adelantos no tienen que transformar la relación esencial que es la de médico-paciente”.

El profesor emérito de la Facultad de Medicina (FM) se refirió a la relevancia de revisar los problemas éticos que acechan a esa ciencia en la actualidad. “Con la conversión del ejercicio de la medicina, hacia una comercial, se alteran radicalmente los aspectos éticos de la relación del médico con el enfermo”.

Al inaugurar el Congreso Internacional Ética y Bioética Doctor Octavio Rivero Serrano, destacó el significado del encuentro en una época en la que los aspectos del ejercicio médico profesional se han transformado, “y no todos para bien”.

La medicina puede volverse un asunto de comercio más. Por eso es prioritario analizar los diferentes aspectos que hoy en día amenazan éticamente al ejercicio de esa profesión, reiteró el director del Seminario sobre Medicina y Salud de la FM en el Auditorio Gustavo Baz Prada de la Antigua Escuela de Medicina.

El congreso se propuso como un espacio de diálogo, intercambio y colaboración académica en el que los participantes expondrán los resultados de sus investigaciones y reflexiones sobre distintos asuntos atinentes a la ética y la bioética.

Aspectos cotidianos

Durante la apertura del encuentro, Germán Fajardo Dolci, director de la FM, expuso que la trascendencia de este congreso multidisciplinario, más allá del merecido y sentido homenaje a Rivero Serrano, es que “nos encontramos en una sociedad en la que todo parece ser blanco y negro, donde todo parece estar dividido en buenos y malos; la diversidad de temas a tratar ayudan a tener diferentes ángulos y puntos de vista para analizar los aspectos que, de forma cotidiana, nos afectan en la medicina.

“Sigamos trabajando en el esfuerzo de hacer de la bioética y la ética aspectos cotidianos, y sigamos discutiendo varios caminos ante las problemáticas que enfrentamos cada día”, añadió.

También subrayó que Octavio Rivero es “uno de los grandes de la medicina mexicana y de la Universidad Nacional”. Es difícil comprender la historia reciente de esta casa de estudios y de la Facultad de Medicina, así como del Consejo de Salubridad General, sin entender la figura del exrector. “Él es un orgullo y ejemplo a seguir”.

Trayectoria sobresaliente

Irene Durante Montiel, secretaria general de la Facultad, expuso que Rivero ha logrado una trayectoria académica sobresaliente. Es un médico de profesión, y docente y humanista por vocación. Un eje esencial trascendental que abarca todos los aspectos de su vida ha sido su gran ocupación por la ética, la medicina, la salud y la educación de los mexicanos. “Refleja su interés permanente por mantener un alto nivel de calidad en el ejercicio médico del país, con una perspectiva histórica y humanística”.

En su mensaje a los jóvenes alumnos de primer ingreso les insistió en practicar su profesión con honestidad y ética, y les señaló que estudiar medicina no es para ganar dinero, sino para servir.

Jennifer Hincapié Sánchez, coordinadora del programa institucional Ética y bioética de la FM, explicó que la validez social, científica y cultural de los problemas que serán tratados en el congreso responde al compromiso “que nos asiste como profesionales de la salud, académicos e investigadores, pero también como ciudadanos y seres humanos”.

Asistieron, Paulina Rivero Weber, directora del Programa Universitario de Bioética, y Patricio Santillan-Dohert, presidente del Colegio de Bioética.

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