La misión Artemis I a la Luna, oportunidad para hacer más ciencia

La nave Orión, que forma parte del proyecto. Imagen: NASA.

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) anunció a través de sus redes sociales el aplazamiento de la Misión Artemis I, que viajaría a la Luna el sábado pasado.
La agencia informó que la decisión se dio después de que durante el llenado del cohete de Artemis I se produjo una fuga mientras se intentaba transferir combustible al cohete.

“El conocimiento que hemos desarrollado con los viajes al espacio exterior es estratégico y lo usamos para todo, para la salud, para la educación, para los sectores productivos –comenta José Franco– y a lo largo de los últimos 50 años cuando se dio el último viaje a la Luna en 1972, ha empezado a desarrollarse el apetito, no solamente por volver a la Luna, sino también por ir más allá, hasta el planeta Marte”.

Para el científico universitario el proyecto Artemis (con sus tres misiones) es muy importante, “debido a que el impacto de los viajes en el espacio exterior puede significar muchos desarrollos para la sociedad. También representan oportunidades muy relevantes para hacer más ciencia, conocer más de cerca a los otros planetas y sus lunas, con lo cual vamos a saber muchísimo más acerca del origen y desarrollo de nuestro planeta. Representa también un hito en la creación de fuentes de trabajo y negocios a futuro”.

La duración de la misión Artemis I será de aproximadamente 26 días, es no tripulada y representa la primera proyectada con el sistema de lanzamiento espacial (SLS, por sus siglas en inglés); asimismo, utilizará la nave Orión, la cual se pretende pueda emplearse en las misiones Artemis II en abril de 2023 y Artemis III en 2025.

José Franco señala que no hay que perder de vista que “representan oportunidades muy importantes para abrir nuevas vías para las economías actuales. Cada viaje al espacio exterior cuesta mucho dinero. La inversión al momento para Artemis I es de más de 30 mil millones de dólares y se especula que el proyecto en total costará unos 90 mil millones de dólares. Es una inversión que se ha venido ejecutando con los grupos de desarrollo tecnológico actuales. Esto da apertura de muchísimos trabajos en áreas científicas, tecnológicas de innovación y de nuevos negocios”.

Los insumos que nos da

José Franco recuerda que “el desarrollo espacial fue muy vertiginoso en la década de los 60 del siglo pasado, la cantidad de enseñanzas, de problemas que se resolvieron, retos que fueron atacados de manera muy exitosa y diferente, implicaron desarrollos tecnológicos muy importantes que hasta hoy representan muchos insumos para nuestra sociedad”.

El astrónomo asegura que “Hay una gran variedad de cosas que no hubieran sido posibles si no se hubiera dado el desafío que se dio en esa década para poner un ser humano en la Luna y no tendríamos los insumos a los que ya estamos acostumbrados, los cuales van desde las telecomunicaciones hasta conocer el clima con mucha precisión, así como ver en tiempo real cómo se desarrollan las tormentas tanto en el Océano Atlántico como en el Pacífico. Se han creado muchísimas aplicaciones que han ido directamente a los hospitales; hoy en día todos utilizamos el GPS para indicarnos cuáles son los caminos más rápidos a tomar cuando vamos de un lado a otro, etcétera, entonces hay un número muy grande de insumos que ya no podemos dejar ”.

La importancia para México y la UNAM

“Es relevante subrayar que recientemente el canciller de México Marcelo Ebrard firmó un acuerdo con la NASA para que nuestro país también participe en el programa Artemis y, de hecho, la UNAM tiene un laboratorio de nanosatélites ubicado en el Instituto de Ciencias Nucleares, coordinado por Gustavo Medina Tanco, y el estado de Hidalgo se ha asociado con esta casa de estudios para crear otro laboratorio, también dedicado a pequeños satélites, pero en Pachuca. Entonces, hay el deseo por parte de las autoridades federales y estatales para que esta nación participe y se beneficie de las derramas que van a venir del proyecto Artemis”, termina José Franco.

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