Programa Nombrar los Vacíos

La noción y el valor actuales del público

Tres curadoras latinoamericanas debaten sobre categorías y conceptos a la luz de la contingencia sanitaria

La Cátedra Internacional Inés Amor en Gestión Cultural organizó el foro Públicxs, Contrapúblicxs y Recontrapúblicxs, como parte de su programa Nombrar los Vacíos, con el objetivo de discutir la pertinencia de ciertas categorías y conceptos referentes a la noción de público, como pueden ser audiencias, espectadores, consumidores, visitantes, comunidades y usuarios, entre otros, y actualizarlos a la luz de la actual contingencia sanitaria, explicó Mónica Amieva, coordinadora del ciclo de cuatro charlas.

Graciela de la Torre, coordinadora de la Cátedra Inés Amor, comentó por su parte que este foro es un preámbulo para el proyecto de creación de un vocabulario de conceptos de gestión cultural contemporánea.

Para la primera sesión se invitó a tres curadoras latinoamericanas a un debate sobre la noción de público en el ámbito de las bienales de arte. Maya Juracán, Sofía Olascoaga y Renata Cervetto discutieron sobre si ¿el gestor cultural debe esperar la presencia del público o salir en busca de él?, ¿la curaduría se realiza pensando en un público cultivado y profesional o en un “ciudadano de a pie”? o ¿hasta qué punto se contempla a la población circundante al lugar de exposición?

Foto: Cátedra Inés Amor.

Curaduría comunitaria

Juracán, “activista y alborotadora”, como ella se define, se pronunció en favor de una curaduría comunitaria, donde se busca la recuperación del espacio público por ser el lugar donde “suceden los diálogos”. Esto es, dijo, una curaduría que no busca “crear públicos, sino confluir con el público existente”, aquel que se encuentra en las calles, ahí donde se llevan a cabo cada una de las actividades culturales, tal como se hizo en 2019 en la Bienal en Resistencia, en Guatemala, de la cual fue responsable del trabajo curatorial.

“La idea era pensar para qué sirve una bienal. Y lo pensamos como una curaduría en resistencia, una curaduría que, desde mi ejercicio como activista, era sumamente importante para cuestionar los procesos de preparación, porque hay que entender que el trabajo de un curador es un ejercicio de poder. Y era algo que yo no quería suscribir. Entonces, pensamos que ‘la curaduría en resistencia’ tenía que ser comunitaria”, agregó.

“Al plantearnos una Bienal en Resistencia teníamos que entender que la visión del curador era muy limitada y que nosotros solos no podíamos construir todas las resistencias que existían. Y así es como se invitó a líderes comunitarias. Entonces, teníamos todas estas visiones, a las cuales también invitamos a comunicadores, pedagogos, para construir lo que tenía que tener una Bienal en Resistencia, donde todo sucedía en las calles. ¿Por qué? Porque todas las violencias ocurren en la calle, y este es un proyecto que busca contar estas historias”, añadió Juracán, quien anunció que ya preparan una segunda edición del evento.

En dicha bienal hubo eventos fuera de las instituciones, en parques públicos, en azoteas, donde se organizaban actividades para confluir con las personas que ahí se encontraban. “Incentivó mucho no entender al otro como público, sino entenderlo como aquel que habla y que siempre ha estado hablando, lo que pasa es que estaba dentro de una galería y nadie lo escuchaba”, contó Juracán.

Espacio público

Renata Cervetto, historiadora del arte por la Universidad de Buenos Aires, relató su experiencia como cocuradora de la undécima Bienal de Berlín, celebrada cuando la pandemia de coronavirus empezaba a hacer estragos y las autoridades ya recomendaban no realizar actividades masivas ni en espacios cerrados, por lo que optaron por trasladar algunas al aire libre. “La mezcla con el espacio público generó encuentros y dinámicas distintas, muy lindas, generando experiencias nuevas”, reconoció.

Sofía Olascoaga, artista visual y quien fue cocuradora de la 32 Bienal de Sao Paulo en 2016, refirió que a las primeras actividades de esa edición, a la que asistieron cerca de un millón de personas, fueron, principalmente, “profesionales del arte” y un público internacional, aunque luego se nutrió de uno más local e, incluso, estudiantil.

Las cuatro sesiones del foro Públicxs, Contrapúblicxs y Recontrapúblicxs están disponibles en el canal de YouTube de la Cátedra Inés Amor.

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