La obra literaria en cine debe tener su propia versión

La adaptación requiere tacto para seleccionar los componentes adecuados de mundos posibles

Fotos: Cultura en Directo.UNAM.

Alejandra Márquez, cineasta mexicana, sostiene que para realizar la adaptación de una obra literaria a la pantalla grande debe contarse con el tacto suficiente para seleccionar, de los diversos mundos posibles, los componentes adecuados.

“La creación es un poco una reinterpretación de algo que ya existió (…) readaptas esto y ubicas este escenario en un espacio medio irreal, inventado. Esas son las posibilidades infinitas que tiene adaptar”, afirmó durante su participación en la charla La Literatura en el Cine: la Adaptación.

Explicó que, a pesar de que cine y literatura comparten algunos instrumentos creativos, el séptimo arte cuenta con determinados elementos audiovisuales que ofrecen al espectador una experiencia más vívida. Por ello, descartó que sea adecuado hacer una traslación idéntica de un texto a un filme. “Nunca va a ser la misma experiencia leer un libro que ver una película”.

Ella es reconocida por sus trabajos tanto para cine como para televisión, destacando su labor como directora de Las niñas bien (2018), la cual se inspira en el volumen homónimo de Guadalupe Loaeza.

La guionista nacida en San Luis Potosí consideró que otro de los elementos esenciales durante una adaptación es poder plasmar en la pantalla grande la interioridad psicológica de los personajes de una novela.

“Es una cosa que el cine permite, bueno la literatura obviamente también, pero me parece siempre muy delicioso poder materializar o visualizar un proceso mental como una cosa que está pasando en el interior emocional de un personaje”, comentó.

Espíritu de la obra

En la conversación también intervino el guionista Roberto Sneider, quien cuando transforma un libro en una película parte de la premisa de que serán productos completamente distintos, pero busca conservar la esencia del texto original. “Es una de las cosas que para mí ha sido siempre muy importante al adaptar. Yo creo que se vale reinterpretar y tienes que hacerlo, porque no hay otra manera de hacer adaptaciones, pero hay que respetar el espíritu de la obra”, aseveró.

El también director de Me estás matando, Susana (2016), basada en la novela Ciudades desiertas de José Agustín, explicó que en el filme se enfrenta un reto de lenguaje durante la labor de ajuste, pues hay situaciones descritas que no pueden ser llevadas a la pantalla. Por ello, los creadores deben ofrecer su propia visión sobre los escritos, respetando el horizonte hermenéutico entre ambas expresiones.

Esta charla formó parte del programa Jueves de Cine en Casa Buñuel, actividad presentada por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas en colaboración con Filmoteca UNAM, la Cátedra Ingmar Bergman en Cine y Teatro y Cultura en Directo.UNAM.

Las tertulias son en torno a temáticas relacionadas con el arte, el cine y la cultura en el país, y cuentan con la intervención de personajes del mundo cinematográfico. Se transmiten los jueves a las 18 horas en el canal de YouTube de Cultura en Directo.UNAM.

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