La planeación es clave en la protección del patrimonio ante desastres naturales
Cada nuevo evento natural es una lección aprendida que permite a las personas prepararse mejor para reducir las pérdidas, señaló Sali Sasaki, titular de Gestión de la creatividad y las artes en el Sudeste Asiático de la UNESCO

Aquellos dedicados a la protección del patrimonio escrito y grabado de las naciones deben tener claros planes de acción para enfrentar eventos naturales como huracanes, terremotos o incendios y reducir al mínimo la pérdida de material histórico.
Esto lo recomendó Sali Sasaki, titular de Gestión de la creatividad y las artes en el Sudeste Asiático de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) al ofrecer la charla “Connecting the dots, métodos y herramientas para reducir los riesgos y preservar el legado cultural escrito”, organizada por el Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI).
Durante la charla realizada en línea, la investigadora explicó que una encuesta de la UNESCO en el sudeste asiático sobre preservación del patrimonio documental, el 63 por ciento de las instituciones encuestadas informaron no contar con un plan escrito de gestión del riesgo de desastres (GRD). Además, el 52 por ciento utilizaba software de archivo y catalogación, y el 55 por ciento mencionó la GRD como un tema clave.
La investigadora señaló: Cada nuevo evento es una lección aprendida que permite a las personas prepararse mejor para reducir las pérdidas. Por ejemplo, en Filipinas, uno de los principales problemas fue la pérdida de documentos importantes debido a inundaciones.
Sasaki precisó que en la región de Asia y el Pacífico se han experimentado numerosos eventos devastadores en los últimos veinte años, muchos de los cuales han afectado al patrimonio cultural y a los sitios de almacenamiento de archivos.
Como ejemplos de los fenómenos que han causado graves pérdidas económicas, de vidas y del patrimonio, la experta comentó las destrucciones de terremotos en Irán, Myanmar y Nepal, violentas tormentas acompañadas de inundaciones en Vietnam, Malasia, Indonesia y Filipinas, así como el gran terremoto del noreste de Japón en 2011, que sentó las bases para el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres.
Sasaki comentó: Reducir el riesgo de desastres tiene un papel cada vez más importante en la agenda de las organizaciones de las Naciones Unidas y en este contexto, el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 es una hoja de ruta para la reducción del riesgo de desastres.
El objetivo del documento es mejorar los conocimientos y las habilidades de archivistas, bibliotecarios, profesionales de museos, conservadores y profesionales involucrados en la preparación ante desastres, la respuesta a emergencias y la recuperación de colecciones patrimoniales.
Un ejemplo de cómo trabajar es el caso del terremoto de 1995 en Japón, detalló que se trata de una cultura altamente trabajadora y voluntaria a la que le preocupa la preservación de sus documentos o elementos históricos, así que muchos voluntarios se ofrecieron a restaurar materiales dañados.
Sasaki explicó: para 2021 se formaron 30 grupos de capacitación que en cada prefectura organizan cursos y entrenamiento para la prevención y mitigación de pérdidas, es decir 30 años después no han dejado de trabajar juntos para asegurarse de manejar lo mejor posible futuros desastres
La investigadora enfatizó que los retos y riesgos que enfrenta cada sitio es muy particular, por lo que los encargados de la preservación de estos documentos deben conectar cuáles son los principales riesgos que se corren en cada situación y qué tan seguido se presentan estos problemas.
Esto debe considerar, detalló, no sólo qué falta o en qué puntos las naciones son débiles, sino en cuáles son fuertes al momento de enfrentar algún tipo de desastre, se debe pensar dónde se conservan las colecciones, cómo está organizado su acervo y cuáles daños pueden ser considerados.
En el caso asiático, precisó, la digitalización no ha sido algo prioritario, pero si se considera como una actividad especial para su uso como ventaja ante un desastre, pero se debe considerar también la obsolescencia de las plataformas que lo soportan, sobre todo porque las tecnologías cambian rápido y son cada vez más costosas.