La labor profesional del poeta tiene que ver con la búsqueda de conexión con el otro, afirma

La poesía, el mejor sitio para ahondar en la naturaleza humana

César Cañedo, Premio Aguascalientes

Cuando se buscan emociones profundas y a la naturaleza humana misma, la poesía sigue siendo el mejor lugar para encontrarlas. César Cañedo, Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2019, con sus letras ha creado esos espacios y los ha convertido en un sitio compartido, donde es posible conectar con otras sensibilidades y entender al otro, sin juzgarlo.

Al mundo le hace falta más poesía. No obstante, piensa el joven, ella siempre estará ahí para salvarnos, porque no pierde esa parte fundamental de la escritura que es la sanación. Para él, el trabajo profesional del poeta tiene que ver con la búsqueda de la comunión, de la conexión con el otro, de modo que esa cura no sea sólo personal, sino también compartida.

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En su libro Sigo escondiéndome detrás de mis ojos, Cañedo (El Fuerte, Sinaloa, 17 de enero de 1988), profesor de literatura en la Facultad de Filosofía y Letras, así como en el Centro de Enseñanza para Extranjeros, a juicio del jurado del certamen logra transmitir con un lenguaje dinámico “la liricidad de lo doméstico y lo familiar”.

El premio viene acompañado de una voz distinta a lo que había hecho antes, y de un trabajo superior”

El licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas, maestro en Letras Mexicanas y doctor en Letras por la UNAM, supo desde que era casi un niño que este sería su destino. “En la secundaria tuve una profesora muy buena de español; eso siempre ayuda, porque los grandes maestros nos llevan a grandes caminos. También en mi familia me fomentaron el hábito de la lectura”. Todo eso, junto con Sor Juana y Don Quijote, definieron su vocación. “Empecé y ya no dejé de leer, de escribir y de soñar”.

Aquel chico tímido creó un mundo para pasar tiempo consigo mismo y con las letras, vital, catártico. Sus primeros escritos son de aquella época, de la adolescencia, a los 12 o 14 años, y fueron para enamorar o dedicados a su familia.

Ahora, muchos años después, el becario del Fonca en el Programa Jóvenes Creadores (2018-2019) y Premio Nacional de Poesía Joven Francisco Cervantes Vidal 2017, se ha hecho acreedor al reconocimiento de mayor tradición en su género en México, al que los participantes concurren bajo seudónimo con un libro inédito de poemas y que él firmó como Fierabrás.

Destino familiar, destino social

Sigo escondiéndome detrás de mis ojos es un poemario interesado en poner sobre la mesa el tema del destino. “En mi libro me interesa mostrar, por un lado, el destino que traigo marcado en el ADN, que es un destino familiar, un destino social, un destino económico, y las posibilidades emocionales que tiene el hombre de vivirlo”.

El poemario galardonado es resultado de un intenso y largo proceso de disciplina y de corrección, y por eso lo considera una nueva etapa, una renovación y también un ciclo en su poesía que marca un inicio, opinó el también autor de Inversa memoria y Rostro cuir. “El premio viene acompañado de una voz distinta a lo que había hecho antes, y de un trabajo superior”.

No buscaba el proyecto de un libro; el proceso consistió más bien en trabajar poema tras poemas de los 40 que componen la obra, y que cada uno pudiera ser leído de forma única, pero que a la vez estén todos conectados en la estructura final.

Y mientras su siguiente libro ya está tomando forma, no olvida agradecer a la UNAM “que me ha dado tanto; yo me formé aquí y ahora trabajo aquí. Es mi casa, el cobijo que me permite siempre entregarme a mis pasiones”, concluyó.

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