“La posible revocación es un atropello al derecho del aborto”

Los movimientos feministas se van a reactivar y amplificar

Ilustración: Andrés Otero.

En lugar de avanzar, Estados Unidos se está yendo hacia atrás en un derecho constitucional existente y establecido, como lo es el derecho al aborto. Es un grave atropello a los derechos de las mujeres en Estados Unidos y también para las mujeres del mundo”, opina Daniela Villegas Mercado, investigadora posdoctoral del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG).

En entrevista para Gaceta UNAM, la académica explica que los movimientos feministas en aquél país no se han apagado, han tenido diferentes momentos. “Con Trump vimos un sinfín de marchas por sus modelos reaccionarios en contra de los derechos de las mujeres”.

La especialista considera que ante la filtración de un borrador del jurista Samuel Alito, juez de la Suprema Corte estadunidense, para echar abajo el derecho al aborto, los movimientos feministas interseccionales en esa nación no sólo se reactivarán, sino que se amplificarán porque la iniciativa está en contra de los derechos de las mujeres, y empujaría el activismo en las calles y en las redes sociales si dicho documento llegara a ser ley.

Agregó que “no se ha detenido el movimiento feminista en Estados Unidos, ha cobrado otras formas porque se ve la participación de mujeres afro e inmigrantes, y ahora se podría enfocar en el derecho por el aborto”.

A diferencia de Marea Verde en América Latina, la ola feminista estadunidense tiene otros elementos: son 23 estados norteamericanos los que están en mayor riesgo y en los cuales, seguramente, veremos movilizaciones de mujeres para defender sus derechos en Texas, Misisipi, Tennessee, Arizona, Carolina del Norte y Carolina del Sur, entre otros, anticipa Villegas Mercado.

Clínicas cerradas

Aunque aún no se conoce la resolución final del documento filtrado, sí se está poniendo atención en las adversidades que tiene el propio derecho al aborto en ese país, como el de las clínicas cerradas por carecer de apoyos económicos. Ante ello, las mujeres se ven obligadas a recorrer mayores distancias y hacer más gastos buscando otras alternativas.

Este contexto es una oportunidad para hablar sobre el derecho al aborto en América Latina: “Muchos países en el mundo han optado por legislar en favor de las mujeres, aunque no todos, entonces esto podría poner bajo los reflectores el tema”.

Debido al sistema político bipartidista de Estados Unidos, los demócratas se encuentran en una situación inestable, pese a tener un presidente de ese grupo, lo cual va a impactar de manera interna en las próximas elecciones legislativas en noviembre de este año, explica la académica.

Participación

Añade que nuestro papel como mujeres y feministas es participar en las movilizaciones y empujar acciones para evitar que este tipo de legislaciones lleguen a suceder, y poner en primer lugar las necesidades de las mujeres, y en caso de darse el fallo para revocar este derecho, que el Congreso se involucre creando leyes que las protejan, como fue el caso Roe vs. Wade en 1973. “Es necesaria la movilización de la sociedad civil y las organizaciones ya existentes como We Testify (Nosotras Testificamos) y grupos que informan y participan a nivel legislativo.

Indica que los beneficios del aborto han sido muchos y a diferentes niveles: las mujeres en precariedad económica y que no pueden o no quieren más hijos, el acceso al aborto les permite, a ellas y a sus hijos, tener una vida más digna. También las que han sido víctimas de violencia sexual, aquellas que por su corta edad quieren desarrollarse profesionalmente y no es el momento para tener un hijo. El aborto ha salvado vidas.

El aborto es un tema de salud pública que debe mantenerse, no retroceder, sobre todo cuando ha sido reconocido constitucionalmente como un derecho, “los derechos humanos no tienen por qué echarse atrás, deben mantenerse para las siguientes generaciones”, concluye la investigadora.

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