La reconstrucción es una oportunidad para reducir los riesgos

Enrique Guevara Ortiz, director del Cenapred, participó en el curso Procesos de planificación para la recuperación ante los desastres

Naxhelli Ruiz, Enrique Guevara y Rafael Pérez. Foto: Víctor Hugo Sánchez.

México y muchos otros países orientan la atención de una emergencia únicamente en la recuperación y el regreso a la normalidad, si insistimos en eso, construimos de nuevo las mismas vulnerabilidades económicas, sociales, ambientales y de todo tipo, aseguró en la Universidad Nacional, Enrique Guevara Ortiz, director del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

El excoordinador Operativo del Servicio Sismológico Nacional (SSN) consideró entonces que: “La reconstrucción es una oportunidad para mejorar las vulnerabilidades y reducir el riesgo, desde la atención de la emergencia, la ayuda humanitaria, después la rehabilitación; la recuperación tiene que hacerse mejorando esas condiciones persistentes para que realmente no vuelvan a ocurrir”.

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Al intervenir en el arranque del curso Procesos de planificación para la recuperación ante los desastres, convocado por el Seminario Universitario de Riesgos Socioambientales (SURSA) de la UNAM, Guevara Ortiz, aclaró que una de las etapas más importantes de la Gestión Integral de Riesgo, es la reconstrucción, porque se trata de una oportunidad para mejorar y superar las condiciones persistentes que dieron origen al desastre.

“Implica un proceso de planeación, participación, evaluación y toma de decisiones en sus diferentes etapas. Requiere la participación de todos, eso es la gobernanza del riesgo, destacó.

Recordó que en los años 90 del siglo pasado surge en el mundo una nueva visión con el impacto del huracán Mitch en Centroamérica. En México, la mencionada Gestión Integral de Riesgo se incorpora hasta 2012 en la Ley General de Protección Civil, no obstante, “tenemos muchas áreas de oportunidad para que realmente se comprenda esta estrategia y cómo implementarla en lo local y en lo territorial”.

En el auditorio del edificio anexo Atlántida Coll Oliva, del Instituto de Geografía (IGg), Naxhelli Ruiz Rivera, coordinadora del SURSA, subrayó: “Lo que se busca desde la academia es reducir el sufrimiento evitable, sea en el momento de la emergencia o en el proceso posterior, es el núcleo de nuestro trabajo: revisar, cuestionar y aprender casos de estudio”.

Convocamos a servidores públicos y a personas relacionadas con la materia para abrir camino a nuevas posibilidades, pensar en las recuperaciones que necesita y merece la población, y empezar a cambiar las opciones y los futuros posibles.

“Todo esto lo pensamos desde la persona afectada, hablamos desde lo que ella ve y siente, lo que la comunidad experimenta como parte de su pérdida es un matiz fundamental para lograr que el proceso de recuperación sea exitoso, con un enfoque centrado en resultados y soluciones técnicas focalizadas”, indicó.

Y es que después de que ocurre algún fenómeno geológico, climático o de cualquier tipo que de alguna manera desencadene la emergencia, en realidad ocurren situaciones iguales o incluso más revictimizantes que el trauma inicial, asociado a dicha incidencia, por lo que se debe idear cómo podemos evitarlo, así como desarrollar herramientas y generar acuerdos de gobernanza.

Finalmente Rafael Pérez Vargas, presidente del Colegio de Profesionales en Gestión Integral de Riesgo y Protección Civil A. C., concluyó: “Nuestros escenarios no son nada alentadores y si no trabajamos en construir capacidades técnicas fundamentadas en ciencias exactas y sociales no podremos lograr esos procesos de recuperación que involucren una reconstrucción prospectiva y dejar fuera esas condiciones persistentes”.

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