Firma colaboración con la alcaldía Milpa Alta

Asesora la UNAM a agricultores en el manejo sostenible de los suelos

Blanca Prado, Octavio Rivero, Soledad Funes y Ricardo Barragán. Foto: Benjamín Chaires.
Los suelos sustentan nuestras actividades productivas, son un componente vivo y esencial de los ecosistemas. Son memoria, sostén de biodiversidad y condición indispensable para la seguridad alimentaria, el equilibrio climático y para la continuidad de la vida de nuestro planeta, afirmó Soledad Funes Argüello, coordinadora de la Investigación Científica de la UNAM.

“Queremos lograr que el conocimiento científico dialogue de manera respetuosa y constructiva con los saberes locales y la experiencia de quienes trabajan la tierra, aseguró al encabezar la ceremonia en la que representantes de esta casa de estudios y de la alcaldía Milpa Alta firmaron un convenio de colaboración mediante el cual expertos de esta casa de estudios capacitarán a técnicos de esa demarcación en el manejo sostenible del suelo agrícola”, resaltó.

“Este acuerdo representa una oportunidad muy importante para unir capacidades y construir estrategias sustentables”, sostuvo Funes Argüello en la sala del consejo técnico de la Coordinación de la Investigación Científica, entidad responsable del convenio junto con el Instituto de Geología (IGl) y el Programa Universitario de Estudios Interdisciplinarios del Suelo (PUEIS) de la UNAM, así como la Dirección de Desarrollo Rural y Fomento Económico de la alcaldía Milpa Alta.

José Octavio Rivero Villaseñor, alcalde de Milpa Alta, remarcó que el campo en Ciudad de México está más vivo que nunca, con un impacto de casi nueve mil productores que se dedican a la plantación.

Destacó que el corazón del convenio es la Escuela Campesina, un proyecto de formación y motor de desarrollo para la gente de Milpa Alta, donde convergen el conocimiento científico y las prácticas ancestrales. “Este acuerdo es el inicio de una transformación tangible para nuestro campo y nuestra comunidad”.

Milpa Alta, con una superficie de un poco más de 28 mil hectáreas, representa el 32 % del suelo de conservación de Ciudad de México, lo que la convierte en una zona de enorme valor social y ambiental. Actualmente, el 41 % de su territorio se destina a actividades agropecuarias, por lo que prestar atención al manejo de sus suelos es una tarea impostergable.

El objetivo central del convenio, con duración de dos años, es capacitar a técnicos de esa alcaldía en el diagnóstico de la salud del suelo y su manejo sostenible, para que estos puedan transmitir los conocimientos a agricultoras y agricultores locales. La capacitación incluirá talleres presenciales de 20 horas, distribuidos en cuatro sesiones en campo, donde se abordarán temas como la composición del suelo, pH, materia orgánica y prácticas agrícolas sostenibles.

Las actividades se desarrollarán en tres sitios de Milpa Alta: San Lorenzo, El Jarillal (Ejido Tecómitl) y El Arenal (Ejido San Francisco Tecoxpa), donde se establecerán parcelas demostrativas para el seguimiento y evaluación del impacto de las prácticas implementadas.

Se considera una estrategia en cascada, donde los técnicos capacitados replicarán la formación con agricultores locales, generando un efecto multiplicador en la región. La UNAM aportará el diseño del curso, las metodologías y el acompañamiento académico, mientras que la alcaldía proporcionará infraestructura, transporte, materiales y seguimiento comunitario.

Se espera que al término del proyecto los técnicos y agricultores cuenten con las herramientas necesarias para evaluar y manejar los suelos de forma sostenible, fortaleciendo así la producción agrícola y la conservación ambiental en Milpa Alta.

Ricardo Barragán Manzo, director del IGl, comentó que el suelo es una matriz y un elemento esencial en la naturaleza.

“Tenemos la gran oportunidad, a través de este esfuerzo conjunto con la alcaldía, de sentar un precedente y poner un ejemplo de cómo se pueden hacer las cosas para conservar un recurso tan importante para la sostenibilidad de los territorios”, agregó.

Asimismo, mencionó que sería recomendable que este esfuerzo pueda permear en el sector educativo, para generar consciencia desde los niños sobre la importancia de cuidar el suelo.

Blanca Prado Pano, coordinadora del PUEIS, afirmó que este recurso es mucho más que la superficie sobre la que caminamos, es la base de la vida y resulta esencial para el futuro de la humanidad.

“El manejo sostenible del suelo en la agricultura es una tarea urgente que requiere sumar esfuerzos, capacidades y voluntades”, subrayó.

Por ello, “cuidar el suelo en Milpa Alta es una necesidad ambiental, y también un acto de reconocimiento hacia quienes, por generaciones, han resguardado este territorio. Gracias al trabajo constante de los pueblos y comunidades originarios, Milpa Alta sigue siendo hoy una fuente invaluable de vida para Ciudad de México”, finalizó.

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