La UNAM celebra el Día de las Escritoras

Conmemoración organizada por la Biblioteca Nacional de México; democratizar la escritura, entre las reflexiones

Fragmentos de obras de Rosario Castellanos, Ida Vitale, Diamela Eltit, Irene Vallejo, María Moliner y muchas otras escritoras más fueron leídas en voz alta por universitarias, vía virtual, para celebrar el Día de las Escritoras.

Durante la conmemoración organizada por la Biblioteca Nacional de México (BNM), académicas, funcionarias, investigadoras y alumnas leyeron textos de las escritoras en los que comparten sus reflexiones sobre las letras, el mundo, respecto a cómo motivar a las personas a leer, así como la necesidad de democratizar la escritura.

Guadalupe Valencia García, coordinadora de Humanidades, señaló que “se trató de un día histórico, pues además de coincidir con el inicio del semáforo epidemiológico verde, el actual momento nos ha retado intelectualmente y nos ha ofrecido las capacidades para reinventarnos. Esta es una forma de nuestra reinvención”.

En las lecturas se retomó a autoras que escribieron en su madurez, otras que lo hacen siendo muy jóvenes; a quienes iniciaron escribiendo sus diarios, mientras otras incursionaron en talleres literarios o haciendo crítica. Para muchas de ellas, añadió la coordinadora, la Universidad Nacional ha sido un cobijo y espacio de recreación.

Tamara Martínez Ruiz, coordinadora para la Igualdad de Género en la UNAM, externó su deseo porque esta actividad se repita a lo largo de muchos años y dé lugar a una tradición generacional. Esta acción, agregó, “busca reconocer el trabajo y el pensar de las mujeres desde sus distintos espacios; los lugares que ocupan y los que no; sus emociones, objetos e interacciones”.

Esta fue la cuarta ocasión en la que la Universidad celebra esta efeméride, que este año tuvo como lema Leer las Edades de la Vida.

Previamente, el director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, Pablo Mora Pérez-Tejada dijo que la BNM se suma al festejo que se realiza en otras bibliotecas de Iberoamérica con el objetivo de mostrar una visión más completa del mundo de las letras.

Posteriormente, Valencia García leyó un fragmento de Mujer que sabe latín, de Rosario Castellanos –a quien calificó como precursora de la perspectiva de género– en el que habla de Sor Juana Inés de la Cruz.

“El de Sor Juana no es camino de santidad, sino método de conocimiento. Para conservar lúcida la mente renuncia a ciertos platillos que tienen fama de entorpecer el ingenio; para castigar a su memoria por no retener con la celeridad debida los objetos que se le confían, se corta un pedazo de trenza”, expuso.

Tamara Martínez recordó la obra de Ida Vitale, escritora uruguaya de la vanguardia latinoamericana y de quien dijo: “Desde pequeña nombró a las plantas y animales con sus nombres científicos, usando el latín, sin darse cuenta que era vista como un bicho raro, tal como ella lo dice”.

En su poesía Ida Vitale atrapa las palabras por un instante, para poderlas dejar libres como pájaros. “De plantas y animales nos habla recurrentemente de membranas, de gotas de lluvia, de hojas, de árboles, mariposas, gatos, caballos. Nombrar las palabras que Ida Vitale libera en su poesía nos deja un universo alado de palabras elocuentes e intelectuales y que al enunciarlas nos crecen las alas”, aseveró.

Enheduanna, poeta y sacerdotisa.

Anel Pérez Martínez, directora de Literatura y Fomento a la Lectura, de la Coordinación de Difusión Cultural leyó el discurso que la escritora chilena Diamela Eltit pronunció al recibir el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español 2020, y en el cual se manifestó por democratizar las letras e hizo una crítica al binarismo que clasifica a la literatura de mujeres en un espacio, y en otro a la literatura. “Siempre he pensado que una escritora no es garantía de excelencia, pero un escritor tampoco. Lo importante es la escritura, la estética, el deseo que recorre el texto, su audacia, su ritmo, la pausa, el ímpetu. Lo que moviliza es la democratización real de la escritura hasta donde concurran autoras y autores sin más garantía que el poder del libro”.

Elsa Margarita Ramírez Leyva, titular de la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información, leyó parte de la obra de la española María Moliner, quien elaboró el Diccionario de uso del español que contiene una parte dirigida a los bibliotecarios rurales, quienes deben hacer una labor mucha más personal que aquellos encargados de bibliotecas con larga historia para acercar a las personas a la cultura.

Finalmente, Georgina Torres Vargas, directora del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información retomó un fragmento del ensayo El infinito en un junco: la invención de los libros en el mundo antiguo, de la española Irene Vallejo Moreu, en el cual señala que el primer autor del mundo que firmó un texto con su propio nombre fue una mujer: Enheduanna, poeta y sacerdotisa. “Descubrió un conjunto de himnos cuyos ecos resuenan todavía en los salmos de la Biblia (…) cuando los estudiosos descifraron fragmentos de su verso, perdidos durante milenios y recuperados en el siglo XX, la apodaron la Shakespeare de la literatura sumeria”, expresó.

Todas las lecturas se pueden disfrutar en el Facebook del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM.

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