La UNAM detecta datos sísmicos, meteorológicos y mareográficos

Opera cuatro redes con propósitos científicos, indicó Sara Ivonne Franco Sánchez, coordinadora del Laboratorio de Geodesia Satelital

Desarrollados por el Departamento de Defensa de Estados Unidos con fines militares en la década de 1980, actualmente los sistemas de posicionamiento global (GPS) se han convertido en una herramienta utilizada en todo el mundo. La UNAM coordina cuatro redes con fines científicos: la del Servicio Sismológico Nacional (SSN), la de TLALOCNet, la del Servicio Mareográfico Nacional y la del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica (IGf).

En la Universidad Nacional, el Laboratorio de Geodesia Satelital (LaGeoS), adscrito al IGf, procesa los datos provenientes de dichas redes. “Todas tienen diferentes estándares de instalación, equipamiento y transmisión de datos”. Las dos redes grandes son las del SSN, también perteneciente al IGf, con sensores sismológicos y 60 estaciones en tiempo real, y TLALOCNet, única red meteorológica, con casi cien estaciones, 10 por ciento de ellas en tiempo real, explicó Sara Ivonne Franco Sánchez, responsable del laboratorio.

 Desplazamientos co-sísmicos registrados el 19 de septiembre de 2017. Imagen: cortesía de Sara Ivonne Franco.
Desplazamientos co-sísmicos registrados el 19 de septiembre de 2017. Imagen: cortesía de Sara Ivonne Franco.

Las otras, más pequeñas, son del Departamento de Sismología, del IGf, y del Servicio Mareográfico Nacional; este último tiene estaciones mareográficas en ambas costas (Pacífico y Atlántico) y usan el GPS para posicionar y referenciar el nivel medio del mar y medir las mareas

Dependiente del LaGeoS, la estación GPS de la UNAM tiene antenas que se alimentan por panel solar, cuentan con un receptor GPS, baterías de respaldo para energía solar y un sensor meteorológico. Los GPS generan información las 24 horas del día; en cuanto la reciben, calculan y muestrean a un segundo, y en cada uno se puede ver la posición, abundó Franco Sánchez.

El laboratorio también prepara recursos humanos especializados en el procesamiento de datos e interpretación de lo que emite el GPS.

La aplicación más novedosa del GPS es la capacidad de medir a alta frecuencia; normalmente se toma una muestra cada 30 segundos, y ahora pueden medirse hasta 10 hertz, una muestra cada segundo

Hay dos vertientes de esos datos en sismología: los de baja y los de alta frecuencia. En la de baja se toman mediciones y se determina la posición diaria (latitud, longitud y vertical). “Se detecta cada día y lo que tenemos es la historia de deformación de la Tierra en ese lugar”, apuntó la universitaria.

En las cercanías de sitios de subducción o límites de placa, ocurre una deformación cortical que se mide con series de tiempo asociadas a las características de la falla que generan los temblores, detalló Sara Franco.

La aplicación más novedosa del GPS, prosiguió, es la capacidad de medir a alta frecuencia; esto es, normalmente se toma una muestra cada 30 segundos, y ahora pueden medirse hasta 10 hertz, una muestra cada segundo, y es posible obtener la posición a esa tasa de frecuencia.

“Cuando hay un temblor podemos obtener el deslizamiento de la superficie terrestre asociado al paso de las ondas sísmicas. El GPS también funciona para sismos grandes y muy cercanos”, finalizó.

También podría gustarte