Clausura del seminario internacional El Buen Gobierno

La Universidad busca incidir en el logro de la Agenda 2030

Rafael Puyol, Eduardo Robledo, Miguel Armando López, Alejandro Chanona, Karla Valverde y Daniel Innerarity. Foto: Víctor Hugo Sánchez.
La UNAM refrenda su compromiso con la difusión del conocimiento y la promoción de espacios de discusión en donde todas las voces sean escuchadas y puedan discutir con apertura y libertad, afirmó el coordinador de Humanidades, Miguel Armando López Leyva.

En el acto de clausura del seminario internacional El Buen Gobierno en el siglo XXI, exhortó a continuar la reflexión y a actuar desde los espacios académicos y de incidencia pública en el logro del objetivo central de la Agenda 2030, y no dejar a nadie atrás.

A nombre del rector Leonardo Lomelí Vanegas, subrayó que, desde distintas perspectivas disciplinarias y ámbitos de acción, en el encuentro se reflexionó en torno a principios, conceptos, mecanismos, procesos, componentes, agentes, prácticas, límites y alcances acerca del buen gobierno en este siglo.

Las actividades del seminario se alinean con el horizonte planteado por dicha Agenda y los Objetivos del Desarrollo Sostenible, los cuales son una propuesta que considera tres pilares: económico, social y medioambiental, frente a un entorno global crítico que compete y compromete tanto al presente como al futuro, refirió.

Dado su compromiso con la nación y fiel a su historia, esta casa de estudios participa desde el cumplimiento de sus funciones sustantivas en el esfuerzo colectivo para el logro de las metas de la Agenda, lo cual se expresa de manera clara en el Plan de Desarrollo Institucional 2023-2027 de la Rectoría, y en especial en las acciones de las entidades del Subsistema de Humanidades, para la construcción de la agenda de investigación en humanidades y ciencias sociales. Este encuentro es muestra de ello, en consonancia con los propósitos del Programa Universitario de Gobierno (PUGOB) y las labores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS).

Finalmente, comentó que el seminario se propuso examinar las democracias desafiadas, el gobierno de los Estados en el siglo XXI, el futuro del buen gobierno, la gobernanza, los gobiernos unificados y divididos, los problemas políticos, etcétera. Se discutió cómo pensar el buen gobierno y su vínculo con la nueva gobernanza universitaria, con la integridad y la anticorrupción, el papel de la inteligencia artificial, la transición digital, el género y las políticas públicas en contextos de amenazas conservadoras.

Antes, en la conferencia magistral de clausura “Los problemas políticos y las soluciones limitadas de la gobernanza del siglo XXI”, el investigador nacional Luis F. Aguilar recalcó que el problema crucial de ésta se ubica en la política, que es una actividad que se ejerce dentro del marco del ordenamiento normativo del Estado, que estructura la sociedad actual, y posibilita la convivencia y el progreso, entre otros aspectos.

Asimismo, el doctor en Filosofía destacó que la representación política se realiza mediante la interlocución del dirigente gubernamental con los ciudadanos, que tienen y manifiestan diferentes posiciones sobre las causas de los problemas sociales y las acciones para gestionarlos.

El proceso de interlocución y la deliberación gubernamental ciudadana son focos de conocimiento fundamental de la política, sostuvo. “Sin embargo, sabemos que eso no es fácil; es tenso, polémico, antagónico. Tanto el gobierno y sus funcionarios, la clase política y los ciudadanos tienen intereses y preferencias diferentes; tratan de establecer pulsos de poder a fin de que su interés particular sea el dominante o, por lo menos, no sea excluido o implique costos inaceptables”.

Debemos estar convencidos de que la opción de Estados totalitarios, y gobiernos autocráticos, teocráticos, plutocráticos, dilata la brecha entre los valores y los hechos humanos, y la vuelve más sombría, amplia y vejatoria, alertó.

Al comentar la ponencia, Matilde Luna Ledesma, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales, expuso que la deliberación, incluso como mero mecanismo de toma de decisiones y más que otros, como la votación o la negociación, permite llegar a acuerdos por consenso, los cuales favorecen la legitimidad y efectividad de las decisiones. Empero, hoy predomina en varios países un patrón de gobernanza unipersonal, exclusiva del dirigente gubernamental.

Cristina Puga Espinosa, docente y exdirectora de la FCPyS, mencionó que el proyecto deliberativo es una tarea ardua, muchas veces improbable y que demanda de un esfuerzo de quienes intervienen, y principalmente de los gobiernos. A ellos corresponde ofrecer espacios reales de discusión y garantizar una composición plural, incluyente y lo más representativa posible de los actores interesados en determinados procesos. Sólo así la gobernanza colaborativa se convierte en parte constitutiva de una democracia incluyente y participativa.

En la clausura, los titulares de la FCPyS y del PUGOB, Alejandro Chanona Burguete y Eduardo Robledo Rincón, agradecieron a los equipos involucrados en la organización del seminario, que tuvo “resultados formidables” y que permite seguir proyectando a la Universidad.

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