La violencia familiar puede escalar hasta el feminicidio

La violencia intradoméstica puede poner en tela de juicio a la familia como institución social segura, y dejar al descubierto su carácter paradójico, consideró Ernestina Godoy, titular de la FGJCDMX al participar en una conferencia magistral en la Facultad de Derecho.

La violencia familiar se caracteriza por ser cíclica, y escalar en conductas más graves, que pueden concluir en actitudes o actos feminicidas, así lo consideró en la UNAM, Ernestina Godoy Ramos, titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.

Al dictar una conferencia magistral en el II Congreso Internacional Virtual de Derecho Penal Carlos Daza Gómez In Memoriam, convocado por la Facultad de Derecho (FD) de esta universidad, la funcionaria capitalina, subrayó que la violencia familiar supone el inicio de un círculo vicioso.

“Se reproduce cíclicamente, estos actos contra las mujeres aumentan y son ejercidos subrayadamente por sus parejas, en un espiral ascendente, que puede concluir en un feminicidio”, alertó.

Ante Raúl Contreras Bustamante, director de la FD, la ex legisladora local en la I Legislatura del Congreso de la Ciudad de México, consideró que la violencia intradoméstica puede poner en tela de juicio a la familia como institución social segura y de desarrollo, y dejar al descubierto su carácter paradójico.

Las familias, dijo, se organizan en torno al poder de los integrantes del género masculino, por lo tanto, se estructura través de lazos de dominación, que afectan a las mujeres, que miran al hombre como autoridad indiscutible, quienes en muchas ocasiones limitan su desarrollo.

Las falsas disculpas

En ocasiones cuando ya la victima ha denunciado a su agresor, éste último cae en cuenta de sus actos y pretende detener el proceso legal.

“El hombre violento expresa un cambio aparente, emite disculpas exacerbadas y con eso, algunas mujeres deciden retirar la denuncia, en esta fase se pierden a muchas mujeres, no se puede seguir con la investigación, y ellas en ocasiones no les queda otra que justificar la violencia de sus parejas”, indicó.

La también defensora y promotora de los derechos humanos, explicó que, ante las agresiones sistemáticas, las mujeres desembocan en una fase de autoestima pobre, falta de autonomía, y con un sentimiento de impotencia para tomar decisiones.

“A esta incapacidad que desarrollan las mujeres, se le conoce como Síndrome de Indefensión Aprendido, en el que se le acusa y culpa de su pasividad, conductas interpretadas erróneamente como falta de voluntad, o también se manifiesta con arrepentimiento, sentimientos depresivos, rabia, rencor, lo que la vuelve más indefensa y vulnerable”.

Protección

La egresada universitaria con su trabajo recepcional, “La protección ciudadana en la Ciudad de México en el marco de la alternancia y la transición política”, recordó que la violencia familiar es considerada desde hace por lo menos un lustro, “una violación a los derechos humanos”.

En México, abundó, la creación de instancias pioneras abocadas a estos fenómenos, se dieron en la CDMX, entre 1989 y 1990, incluso la tipificación de la violencia familiar en el Código Penal local, data de 1997, lo que marca un antes y un después al respecto.
Este reconocimiento de la violencia familiar en los códigos civiles del país, añadió, tiene que ver con el derecho a la vida, para que las mujeres y sus familiares, no sean sometidos a tratos crueles, inhumanos o degradantes.

“Toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, esto basado también en las diversas convenciones internacionales que han sido suscritas por nuestro país, esto incluye también, la transformación de paradigmas de los servidores públicos, que deben incluir la perspectiva de género para analizar las formas”, finalizó.

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