Los lagos regulaban el clima de la capital

La temperatura promedio del país está aumentando a una tasa más alta que el índice global del planeta: Francisco Estrada, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático

Hace dos siglos, en el Valle de México existía un sistema de lagos que regulaban la temperatura y moderaban la precipitación y los vientos, afirmó Erika Danaé López Espinoza, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, de la UNAM.

Aunque la incipiente urbanización, que en la época independentista alojaba en Ciudad de México a unos cien mil habitantes, había reducido el antiguo y extenso sistema de lagos que existía 500 años atrás en México-Tenochtitlan. Éste aún permanecía y era fundamental para mantener el clima templado y el funcionamiento hidrológico del Valle de México, reveló la especialista a partir de los resultados de modelaciones numéricas de las condiciones climáticas de entonces.

La cuenca lacustre estaba formada por los lagos de Zumpango, Xaltocan, Texcoco, Xochimilco y Chalco, que juntos integraban además un sistema de abastecimiento de agua potable.

En el siglo XVII, durante el Virreinato, la Nueva España fue objeto de incontables inundaciones que motivaron la construcción de obras de drenaje que, continuadas por los sucesivos gobiernos en la época del México independiente han llevado a la desaparición casi total de los cinco lagos que componían el sistema.

Esas transformaciones están ligadas al incremento de la población, principalmente en Ciudad de México. “Los lagos son un recurso natural bondadoso que regula las condiciones atmosféricas y el tiempo meteorológico de la región donde está establecido. Esto se debe a las propiedades físicas de estos cuerpos de agua urbanos”, explicó López Espinoza.

Al comparar en sus modelaciones numéricas la temperatura con lago y con un sistema urbanizado como el que existe hoy, López Espinoza dijo que con la edificación hay días más calientes y noches más frías, es decir, hoy tenemos condiciones más extremas en el clima. “La degradación del clima regional en el Valle de México está ocurriendo, en parte, por el acelerado y descontrolado crecimiento de las áreas urbanas sobre la cuenca lacustre desde al menos los últimos 700 años”.

Como recomendación, propuso crear algunos cuerpos de agua artificiales, como el lago Nabor Carrillo que se ubica actualmente en Texcoco, Estado de México.

Antropogénico

“El cambio climático que vivimos hoy en día es antropogénico, revelan el sexto reporte del Panel Intergubernamental de Cambio  Climático (IPCC) y estudios hechos por la UNAM, confirmó Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) e investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático.

Aseveró que, en nuestros días, la temperatura promedio de México está aumentando a una tasa más alta que el índice global del planeta. “Mientras que la temperatura global para el 2020 llegó a alrededor de 1.2 grados centígrados por arriba del promedio preindustrial, la de México está más alta, en promedio en 1.7 grados. Esto nos lleva ya a alcanzar estos límites, aunque sea de manera temporal, de los dos grados centígrados”.

La tendencia a la alza del calentamiento es variable en distintas zonas del territorio nacional. “Hay regiones en el centro del país que tienen un calentamiento de entre uno y 1.5 grados por siglo; el norte se está calentando a una tasa mucho mayor, entre cuatro y cinco grados por década. Es algo que ya estamos viendo en los datos, no son modelos ni simulaciones”, aclaró.

Estrada Porrúa abundó que en un escenario de inacción, el norte del país estaría rebasando 1.5 grados en promedio en la década de 2030, mientras que el centro y el sur lo alcanzarían en 2040 y 2050. Es un patrón que ocurre en la parte continental del planeta.

Superar el 1.5 grados en varias regiones del mundo significaría perder de nueve a 31 por ciento de las especies que están en trayectoria de extinción. “Un cambio de 2.5 grados implicaría que se perdieran en México los corales y los bosques donde habitan las mariposas monarca”.

Foto: Francisco Parra.

Si las políticas para revertir el calentamiento global se cumplen de manera estricta, estaríamos ganando de 10 a 20 años para adaptarnos a estos cambios.

Entre las medidas que se pueden aplicar, Estrada Porrúa propuso reducir emisiones de gases de efecto invernadero (con el uso intensivo de transporte) y la creación de alternativas como techos verdes, así como cambiar el pavimento oscuro por claro en las ciudades, finalizó Francisco Estrada Porrúa.

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