Si de la faz de la Tierra desaparecieran las abejas, con ellas se extinguiría la mitad de las especies de plantas y 75 por ciento de los productos que consumen los humanos, incluida la carne.
¿Por qué? Su tarea no sólo es producir miel, sino también polinizar una gran variedad de flores y vegetales, apuntó Adriana Correa Benítez, jefa del Departamento de Medicina y Zootecnia de Abejas, Conejos y Organismos Acuáticos de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
Bajo la amenaza de su aniquilación por cinco grandes factores, las abejas originarias de Europa y algunos países asiáticos han reducido dramáticamente su población, mientras que en México el principal peligro que enfrentan está en la utilización indiscriminada de pesticidas.
La investigadora explicó que la mayoría de nuestros alimentos pasaron por el proceso de polinización de las abejas, desde las frutas como la papaya, el trigo que contiene el pan, hasta la gallina y el cerdo, quienes se alimentan de productos polinizados.
Esos insectos que han habitado la Tierra por millones de años se dividen en 20 mil especies y en diferentes tipos. Hay de todos colores: verdes, naranjas, rojas, y hasta diversas combinaciones, además de las típicas que todos conocen de color amarillo con franjas negras llamadas Apis mellifera.
Actualmente, las abejas se encuentran amenazadas debido en su gran mayoría a los efectos que ha creado el hombre. Así, son cinco escenarios que las colocan en una situación de peligro:
Correa Benítez expresó que el cambio climático es una de las razones más importantes, porque al subir la temperatura las lluvias llegan tarde, no se da la floración a tiempo, no surgen los frutos necesarios y las abejas tampoco tienen de qué alimentarse.
Además, con la inestabilidad de la temperatura que aumenta en ciertas regiones, se afecta su labor y trabajo en esas zonas, porque estos insectos tienen que buscar climas que sean más acordes con sus necesidades.
Otro factor es el uso de agroquímicos en las plantaciones (herbicidas, fungicidas, insecticidas y vitaminas aplicados en los campos) lo que las daña gravemente. “De ahí la relevancia de preservar nuestros ecosistemas y el campo”.
Hoy en día, la Unión Europea adquiere la miel de nuestro país, pero por ley no compra a la que ha pasado por una polinización de productos transgénicos. Lamentablemente, en algunas zonas de México se producen; así, el gobierno debe decidir entre comprarlos o tener abejas porque ambos no pueden convivir, enfatizó la experta.
El tercer motivo son las enfermedades. La mayor amenaza de las abejas es un parásito llamado varroa que las chupa, y en consecuencia, afecta sus defensas. Así, contraen otros males y viven menos tiempo. El productor lo nota al tener menos producción de miel y poblaciones dentro de la colonia.
Su nutrición y forma de alimentación es el cuarto punto. ¿Qué sucede cuando se altera el ecosistema? Durante los últimos años, los seres humanos han sembrado grandes hectáreas de vegetales que no requieren polinización de las abejas. En estos casos, ellas tienen que recorrer grandes distancias para encontrar alimento.
Además, las abejas y cualquier tipo de polinizador no sólo dependen de un tipo de flor, sino de la variación que hay en todo el medio ambiente. Esta variedad les proporciona los diferentes componentes nutricionales para que estén bien.
Si sólo tienen acceso a un monocultivo, no cubrirán sus requerimientos nutricionales. “Lo van a colonizar pero les generamos una anemia crónica que a la larga las afecta”.
Finalmente, está la capacitación y manejo del apicultor. Es importante que el apicultor esté preparado para su labor, de esta forma las abejas tendrán buena salud.
¿Cómo ayudarlas?
De acuerdo con Correa Benítez, puede ayudarse a las abejas con sembradíos de plantas nectaríferas y poliníferas cuyo propósito es rehacer jardines y plantaciones propias de la zona, y así tengan otros medios para alimentarse.
Se trata de restablecer los ecosistemas, ya sea con jardines en casa, en los parques, e incluso, sembrar plantas en macetas, concluyó la universitaria.